¿Celoso O'Hara?

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Claro que estaba celoso, no podía soportar ver como otros coqueteaban y halagaban su belleza y a pesar de querer mostrarle al mundo que ella era mía

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Claro que estaba celoso, no podía soportar ver como otros coqueteaban y halagaban su belleza y a pesar de querer mostrarle al mundo que ella era mía... no podía porque no éramos nada.

Y eso me hacía sentir como un imbécil y perdedor, porque era demasiado cobarde para admitir mis sentimientos. Por esa razón, Parker siempre me golpeaba en la cabeza.

-Dile lo que sientes, en vez de estar jodiendo-

Sus palabras se repetían en mi cabeza, me dejé caer boca arriba en la cama, pensando en la mejor forma de declararle mis sentimientos.

-Oye Nyx ¿Podemos vernos mañana en el parque después de la escuela? Hay algo importante que quiero decirte- 

Escribí ansioso en el celular, mis dedos temblaban al igual que mi agitado corazón, me dolía el pecho porque me gustaba tanto que dolía.

El simple hecho de pensar en el mañana me revolvía el estómago, mi mente no dejaba de molestar, me enseñaba los posibles escenarios con ella.

¿Sería capaz de darle mi primer beso?

Mis mejillas comenzaron a arder al imaginar la situación, rodeé por la cama cubriéndome debajo de las sábanas, me avergonzaba pensar en ese tipo de cosas...

Su linda boquita rosa, con esos labios delgados y brillosos...

-¡No! Deja de pensar en eso- 

Me jale del cabello apenado mientras intentaba conciliar el sueño, esta sería una larga noche...

Esa mañana los ojos me pesaban, lucía como un muerto en vida, las ojeras cubrían de forma espantosa mi rostro.

Tomé lo primero que ví y salí rumbo a la escuela. La angustia no abandonaba mi cuerpo, sentía un miedo incomprensible al rechazo, si ella no me correspondía mi vida se acabaría, pues la había querido mucho desde hace tiempo.

Al verla me quedé como un baboso, se veía jodidamente hermosa con ese vestido rosa, le quedaba perfecto, parecía una princesa y yo un vagabundo, lo que me hizo sentir peor.

¿Cómo una chica así se fijaría en un fracasado como yo?

Sus ojos grises brillaban de forma preciosa por la cálida luz del sol matutino, no necesite más para que mis mejillas se tiñeran de carmesí.

-Hola Miguel ¿Cómo estás?-

Cuando me saludo con esa timidez tan encantadora sentí que mi corazón saldría corriendo. Se veía tan linda peinando su cabello blanco; me imaginaba que era tan suavecito como nubes. Carraspee para volver a la realidad y tragué un poco de saliva para mi boca seca.

-H-Hola Nyx... Te ves... Te ves increíble- 

Balbuceé rascando mi brazo de forma involuntaria, los nervios no me dejaban en paz ni un segundo. Menos cuando sonrió por mi cumplido, provocando ese delicioso rubor en sus carrillos pálidos.

Era el momento perfecto... Ahora o nunca.

-Oye... Gracias por aceptar mi salida al parque- 

Me atreví a tomar su pequeña mano entre la mía, quemándome con su tacto aterciopelado.

-Es que... bueno... ahhh...- 

Comencé a tartamudear como pendejo, no sabía que decir, estaba quedando como un tonto, pero es que ella me hacía sentir así, las palabras no salían solas, tenía que hacer acopio de toda mi fuerza de voluntad.

No lo pensé mucho, entre en pánico cuando ladeo su cabeza confundida.

¡A la mierda!

Mis manos acunaron delicadamente su hermosa carita sonrojada.

-Nyx... desde hace tiempo... yo- 

No terminé la oración, la tentación era más grande, uní nuestros labios en un tierno y torpe primer beso.

-Fragmento de la relación de Miguel y Nyx en su adolescencia

Cartas del Sol para la NocheWhere stories live. Discover now