Ambos chicos se sonrieron entre si. El formal mayordomo se alejo para traer su comida.

—Te presente con él porque es especial para mi, lo aprecio mucho. Es como un padre para mi—esclareció Tony al estar solos.

—Puedo entender porqué.

—Disculpa que no te presente a mis padres. No quiero que mi padre te ofenda o algo así, lo que seguramente sucedería, lo conozco y sé que haría algo desagradable. Hubieras visto su cara y el berrinche que hizo cuando le informe que rompí con Rogers...

—Descuida, Tony, lo entiendo. No te mortifiques.

—Lo aclaro porque no quiero que haya malentendidos entre nosotros, no quiero que pienses que no te presento porque me avergüenzas o algo por el estilo.

—Oye, soy consciente que tienes una relación complicada con tu papá. Sé que por algo haces las cosas y si tú crees que no es adecuado conocernos en este momento, esta bien, tienes mi apoyo.

—Te amo tanto, Stephen—dijo abrazándolo fuerte, escondiendo su sonrojado rostro entre el espacio de su cuello y hombro.

—Yo también te amo y soy muy feliz de estar contigo.



En la escuela organizaron un evento por San Valentin y entre las actividades que se llevaron a cabo entre el estudiantado, están las bodas ficticias. Stephen y Tony decidieron dar un paso más en su relación y se casaron de a mentiras, firmando un acta e intercambiando anillos de latón mientras Tony utiliza un bonito velo blanco y un ramo de flores que Stephen previamente le había obsequiado por la mañana.

Steve, melancólico, los observa desde lejos... celoso de su felicidad. Un sentimiento amargo se asentó en su ser y no puede evitar pensar en lo que alguna vez tuvieron y pudieron tener si ese tipo no se hubiera interpuesto en su camino.

Bruce fue el encargado de capturar en un par de fotografías la alegría del momento.

—Ahora eres mi esposo—alegó el castaño sacudiendo el acta de matrimonio.

—Tony, esto es falso—señaló el documento.

—Pero mis sentimientos por ti son reales.

Stephen, en respuesta, lo atrajo por la cintura y lo beso suave y cálido.

—¡Ay! ¡Que cursis!—exclamó Loki rodando los ojos.



Las cosas siguieron su curso. Ambos concluyeron sus estudios sin más contratiempos y excelentes notas. Fueron juntos al baile de graduación, donde pasaron una velada romántica y agradable, fueron la envidia de varios, sobre todo de un rubio en particular.



Finalmente llegó el día en el que sus caminos, inevitablemente, se ven separados, Stephen estudiará medicina en la Universidad de Columbia, mientras Tony una ingeniería en el MIT.

—Oye, ¿estás seguro que no quieres cambiar de opinión y estudiar una ingeniería en la mejor escuela con el chico más guapo del mundo?—preguntó Tony juguetón.

—Mmmh, es una tentadora propuesta, en especial por lo último, pero no quiero que nos destrocemos por ser el mejor.

—Te dejaría ganar.

—Tú y yo sabemos que eso no es cierto.

—Lo sé, soy muy competitivo.

—Y yo también.

—Te voy a extrañar—murmuró luego de un largo suspiro, arrojándose a él—. Ojalá hubiéramos tenido más tiempo—mencionó lamentando haber perdido tanto tiempo con Steve.

—No seas una reina del drama, nadie se esta muriendo—comentó soltando una risita para aligerar el ambiente—. Esto no es un adiós para siempre, es un hasta luego. Todavía tenemos mucho tiempo por delante.

—La prueba del tiempo.

Sin más, se despidieron con un efusivo beso y Tony finalmente se subió a su auto, sin estar seguro de que tan duradera será su relación, si superaran la prueba del tiempo, soy muy jóvenes y el futuro es incierto, quien sabe lo que les deparara, pero está seguro que cuando sea mayor recordará estos momentos con verdadera dicha.




Fin




Muchas gracias por acompañarme. Aprecio mucho sus lecturas, votos y comentarios a lo largo de esta historia. Espero haya sido de su agrado y lo hayan disfrutado tanto como yo disfrute escribirla. 

Una relación falsa (IronStrange AU)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant