¡Qué chalana tan descarada !

CAP 4¿SONRISA ENCANTADORA?

Cap 4
¿Sonrisa Encantadora?

El resto de la semana pasó sin desgracia ni gloria ya que después de que Claire aceptara que Rae fuera su acompañante, ninguna de las dos tenía las suficientes agallas para cruzarse por casualidad. Rae, desde que llegaba a la construcción, entraba y se encerraba en su pequeña oficina. Rae era un manojo de nervios y de verdad tenía una oportunidad del 10%. Había logrado un avance y no quería cagarla poniéndose nerviosa y diciendo algo idiota frente a su güera hermosa. Por su parte, Claire no sabía qué sentir. Debía sentirse enojada y no emocionada, debía sentir asco y no soñando con una cita perfecta, pero al diablo, solo irían al Costco por cosas para la fiesta de Catherine.

Justo cuando el reloj marcó las 6 a.m., Rae se levantó. No podía ni dormir, su teléfono tenía una notificación era de su güera hermosa diciéndole que la esperaba a las 4 de la tarde en su casa y que si quería acompañarla debería verse mucho mejor que cualquier playera de partido político. Rae solo respondió "Ahí estaré, preciosa". De verdad tenía tanto miedo de decir algo que molestara a Claire.

Fue directo al baño para darse una ducha rápida una vez acabo guardo unos productos como desodorante y perfume en una mochila extra donde llevaba un conjunto de ropa aparte. Por más que le rogó a su padre que hoy le diera un día de descanso, él se negó rotundamente y le dijo a Rae que si faltaba el día de pago no tendría dinero en su cartera. Puso a Rae entre la espada y la pared. Ella de verdad quería llevar hoy a Claire a un lugar bonito donde comer y había investigado toda la semana un lugar bello y Misha la había ayudado a buscar un buen atuendo para la ocasión. Ella de verdad planeó una cita perfecta, pero ¿saldría bien?

Bajó a desayunar donde no dijo ni una palabra. No era que estuviera de mal humor, solo que de verdad los nervios la consumían.

"Oye no pongas esa cara, de verdad hago esto por tu bien", dijo su padre, sintiendo el remordimiento. Rae era su mayor tesoro y orgullo, por eso era duro con ella a veces, pero en el fondo era igual de sentimental.

"Amor, no pongas esa cara, te saldrán arrugas y no querrás que tu cita te vea así", intervino su madre, siempre siendo la solución. Se acercó a Rae y le dio un abrazo. "Todo saldrá bien, Rae, de verdad eres una buena persona".

"Gracias, mamá, solo que de verdad me da miedo decir algo que arruine esto", Rae hundió su cabeza en el pecho de su madre, parecía un niño pequeño nervioso por su primer día de clases.

"Mi niña, te apuesto lo que quieras que hoy vas a triunfar", le dio un beso en la frente y se separó del abrazo. "Ahora ve a trabajar y quita esa cara".

Rae solo vio a su madre caminar a la estufa y de nuevo el silencio se apoderó de la cocina.

"Uno nunca está preparado para esto, pero Rae", su padre por fin habló rompiendo el silencio. "Ve por ella, cabron", y con justa razón, qué clase de consejo era ese. "Eres un maldito tigre, sal ahora y el día de los quince años de tu prima llegarás de la mano con esa niña", su padre se levantó y abrazó con fuerza a Rae. "Toma 200 pesos y cómprale flores", se separó de su hija mientras caminaba hacia la salida limpiándose pequeñas lágrimas. "Rae, por favor, si creces más y te alejas tendrás que darme al menos 9 nietos", dijo antes de salir por la puerta. Pero qué diablos, Su hija no era conejo.

"Okey, qué diablos acaba de pasar", Rae solo observó el billete de 200 pesos en sus manos. No sabía cómo reaccionar a eso, pero sorprendentemente la motivó, así que tomó su mochila, recibió la bendición de su madre y comenzó su recorrido haciendo una parada para comprar un ramo de flores.

Cuando apagó la motocicleta, giró para ver la casa de Claire, sonrió y recordó las palabras de su padre hasta que una voz la sacó de ese recuerdo.
"HOY CORONAS CAMPEÓN", dijo Jared y Louis llegando en la motocicleta del pelinegro. "HOY ENCARAS A MESSI", carajo, sus amigos solo espantaban a cualquier chica que se acercara a ellos.