MEMORIES OF CROUCH-THEODORE NOTT

PRÓLOGO

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Nunca conocí a mi madre.

Bueno, la llegué a conocer claro, pero ahora hasta su cara era un recuerdo borroso para mí.

Tampoco tengo padre, no presente al menos.

Aprendí a vivir con ello... Más o menos.

Así que esta soy yo supongo, una bastarda, hija de un abandonador drogadicto.

Un pequeño niño de diez años arrugó su nariz en desacuerdo—Leah, sabes que eso no es cierto.

La castaña se encogió de hombros—¿Quieres que nos den esa beca o no, Harry?—los primos habían intentado pedir a los Dursley apuntarse a un colegio en el que soñaban estar, el único problema era que Vernon literalmente les había sacado a patadas del salón en cuanto habían visto el precio—Además... No es del todo mentira, solo lo de que mi padre era un cocainómano, ¿y quien sabe? A lo mejor lo fue.

Harry ladeó la cabeza, pensando—No sé...

—Confía en mi—Leah sonrió, cosa que no le gustó nada al castaño, siempre que su prima le decía esas tres palabras, algo salía terriblemente mal, pero acabó suspirando convencido, como siempre.

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—Lo sabía—murmuró Harry mirando con mala cara a la pequeña Leah, quien tenía la carta hecha pedazos en sus manos.

—¡No sabía que Vernon nos pillaría dándosela al del correo!—se intentó defender la chica—Lo tenía todo planeado, fue culpa de tu molesto primo.

—Técnicamente tu también eres su prima.

—Técnicamente no puedo ser familia de un gusano.

Harry frunció el ceño—Eso significa que yo también soy un gusano.

Leah asintió con falsa tristeza—Lamento ser yo quien te lo diga pero... Sí.

El Potter abrió la boca ofendido y, antes de que le pudiera hacer algo, la castaña le detuvo.

—¡Hey! No puedes hacerme nada, mi cumple es en una semana—se defendió.

—¡Y el mío también! Tampoco puedes insultarme.

Y sí, los primos habían hasta nacido el mismo día, ¿curioso verdad? Por eso se autoproclamaban hermanos, les daba igual que tuvieran diferentes padres, habían pasado por muchas cosas juntos, eso para ellos significaba familia.

Leah rodó los ojos—Bien, yo no te llamo gusano si tú no me atacas en mis sueños—le ofreció su mano en signo de paz.

Harry sonrió aceptando su mano—¡Bien!

Una vez que estrecharon sus manos, Leah sonrió con malicia, al ver eso, Harry la miró con extrañeza.

—Solo dije que no podía llamarte la palabra gusano—comentó ella divertida.

Harry abrió su boca una vez más, pero esta sorprendido—No vale—refunfuñó.

—La vida es dura.

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En el cumpleaños de los primos, los Dursley habían ido a pasar unos días a un faro debido a la acumulación de cartas que habían empezado a haber.

El día anterior, cuando miles de cartas volaban en su casa, mientras que Harry saltaba para agarrar una, Leah le había mirado con desconcierto, ya que era mucho más sencillo agarrar una del suelo, y justo cuando lo hizo, llegó Vernon por detrás arrancándosela de las manos y llevando a los pequeños fuera de la casa, yendo ya hacia donde se encontraban en esos momentos.

—¡Felicidades, Dora!—Harry dibujó una tarta en la arena.

—Felicidades, James—sonrió con melancolía la chica.

Era tradición para los Potter llamarse por su segundo nombre como apodo cariñoso.

De repente, en medio de la tormenta que había, unos fuertes estruendos se escucharon en la puerta, a lo que Leah y Harry reaccionaron con rapidez, echándose hacia atrás mientras que Vernon se acercaba a la puerta.

Un gran hombre entró por la puerta, buscando a los Potter.

Esa noche fue el antes y después de los primos, a partir de la carta que el supuesto Hagrid les entregó, todo cambió.

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Hooola

Este tan solo es el prólogo, por eso es tan cortito.

Aún estoy dudando por donde empezar el libro, por el tercer libro, por el cuarto, o por el quinto.

Creo que empezará en el tercero.

Espero que os guste leer a Leah, es un amor.

Obvio será una Raven en honor a su mamá.

Chauu<33