|CAPÍTULO 12|

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Abrí mis ojos asombrado

-¿Prometido?- Mare no puede casarse. Quizás este es un mal sueño o quizás escuche mal.

Por favor, que haya escuchado mal. Sin embargo, Marena asintió para luego darle un beso corto a Louis. Era de la misma estatura que yo, su cabello es castaño y tiene una maldita sonrisa que me gustaría golpear.

-Louis partridge - alargó su mano y la estreche

-Es un gusto, Marena me ha hablado mucho de ti- dejo mi mano y la acercó más a él.

-Gracias- Vale, aún sigo en shock.

Nos dirigimos a su mesa, y ella comenzó a hablar sobre su trabajo, pero no pude estar atento a lo que decía, pero podía ver su hermosa sonrisa, que no podía despejarse de su rostro. Mare era demasiado feliz cuando lograba algo que se proponía.

-Y así fue como logré obtener la casa- rio. Miré a Louis, probablemente él tenía la misma sonrisa que yo cuando ella hablaba.

-Entonces...- esto va a doler 

-¿Cómo se conocieron?

-Yo diré esto- la jodida voz de Louis estaba dándome dolor de cabeza.

-Siempre salgo a correr en las mañanas, corro de mi casa hasta la ciudad, sin embargo ese día estaba lloviendo demasiado- rio y besó la mano de ella

-Aun así fui a correr, y en medio del camino vi un coche, así que me acerque y ahí estaba mi Marena- Ella suspiró, mirándolo embelesada.

-Mi coche se había parado y Louis me ayudó, pasé ese día en casa de él- su mirada no se apartaba de él. Supongo que eran celos, porque nunca lo había sentido. Quizás era hambre.

-Y toda la semana, comenzamos a vernos

-Hasta que tenía que volver

-Pero de algo estaba consiente, no podía vivir sin ella a mi lado -Creo que vomitaré.

-¿Cuándo es la boda?

-En tres semanas- dijeron al unísono, haciéndome reír. Ambos me miraron confundidos.

-Buena broma, pero en serio cuando es la boda- Lea frunció el ceño.

-Dios... es en serio...

-Quiero estar con ella el resto de mi vida. Fuese un idiota si esperara demasiado tiempo para pedírselo, tarde una semana en decirle que estaba enamorado de ella- rio

-No tardaré más en que sea mi esposa. Quiero salir a la calle y presumir que mi ovejita no es más que mi mujer

-Y por eso, Milo Manheim- Tomó mis manos y dijo

-Sé mi dama de honor.

Mierda.

QUIERO ROBARME A LA NOVIA/ MILO MANHEIMOnde histórias criam vida. Descubra agora