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No todo esta igual que cuando lo hice al inicio (osea todo mal redactado) intente que salga mejor.

Recuerden votar y dejen un comentario porfiis

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Melanie:

Me gustaría decir que fue un encuentro hermoso, que fue en un jardín lindo o en una cafetería. Pero no fue así. Literalmente ella estaba vomitando en uno de los tachos de basura en pleno boliche. Estaba muy borracha y quien se supone que la cuidaba estaba a su lado vomitando en el piso, se veía horrible, pero qué mejor que ir a ayudarlas, ¿qué podría pasar?

Luces de colores, flash, alcohol y humo, es lo que recuerdo de aquella noche. Eso junto con una pelirroja y una rubia vomitando. La rubia llevaba un vestido plateado demasiado brillante, y su amiga un negro verde muy pegado a su cuerpo. Ambos igual de brillantes.

Me agarró pena, eso, y aquella pelirroja, por alguna extraña razón, se me hacía tan impresionante... No sé ni de qué manera explicarlo. Como si ella estuviera allí por una razón, como si el pelearme con mi novio y haber llegado a ese momento fuera por algo.

Por eso apagué mi cigarro y me dirigí a ellas. Si me mandaban a la mierda, bueno... mínimo lo intenté.

--Perdon, chicas, necesitan ayuda? - Me intenté hacer cosas cuando de repente la rubia se levanta bruscamente.

—¿Y a ti qué te importa?— La rubia no pudo terminar de hablar cuando de repente empezó a vomitar de nuevo.

—okay, supongo que no quieren ayuda—, no estaba ahí para molestarlas, no las iba a obligar.

—No, no. Espera —dijo la rubia aun entre vómito y lágrimas que caían de esos ojos llenos de brillos.

Se escuchó una fuerte tos por parte de la pelirroja que al fin había parado de vomitar.

Me acerqué a la pelirroja para intentar ayudarla, se veía muy pálida.

¿Amiga, te encuentras bien? — hice un intento de sostener su pelo. Cuando la rubia se puso enfrente de manera agresiva, en un gesto de protección para que me aleje.

—¿Nos pides un Uber? —preguntó la de vastido plateado rodeando su brazo por los hombros de su amiga para así sostenerla.

Antes de que arranque el auto, la rubia (quien estaba en mejor estado) me pasó su número, me agradeció y se fueron. Por mi parte, entré de nuevo al boliche. Ya había hecho mi buena acción. Me merecía unos shots. Aparentemente 10 minutos después, me llegó un mensaje de la rubia.

-¡Gracias por ayudarnos! Perdón por las molestias, soy Luna y mi amiga se llama Olivia. Te invitamos a un café en la semana como agradecimiento.

Y seguido un.

Por favor, acepten!

A partir de ahí, comenzó todo.

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Habíamos acordado encontrarnos en una cafetería cercana a la ciudad, y yo me sentí muy nerviosa. No sabía de qué temas podíamos hablar, o qué les podría decir. ¿Será que se decepcionarán de mí o algo así, o les aburriré? Solo había una manera de comprobarlo, solo respiré y me fui.

Por suerte, toda esa semana estuve hablando con la rubia para "conocernos mejor", mentira, era una excusa para intentar entablar una pequeña relación y sacarla algo de información sobre la pelirroja de aquella noche. Ella se me había hecho tan linda que no sé, simplemente... Necesitaba saber un poco más de ella.

Entablamos algo como una amistad entre Luna y yo; somos muy iguales en realidad.

A ella le gustan las guitarras, como a mí.

A Luna le gustan las flores, los gatos, y tenemos el mismo humor. Es como si fuéramos gemelas.

Estaba a punto de llegar cuando las vi a lo lejos. Luna me saludó levantando la mano y continuó caminando. Entramos y nos sentamos las 3 en una de las mesas. La cafetería era hermosa, al estilo moderno y con mucha luz.

Al fin nos podemos conocer en mejor estado —comentó riéndose Luna.

Me reí de su comentario.

Olivia me observaba constantemente, no dijo nada en ningún momento, y estaba escribiendo en el teléfono con alguien, aparentemente.

Luna y yo charlábamos de toda nuestra vida, anécdotas divertidas, algunas algo vergonzosas, cosas así. Pero Olivia no habló en ningún momento y eso me comenzaba a incomodar.

—¿Y tú, Olivia?—le pregunté para no hacerla sentir excluida.

—¿Qué? —dijo algo ida. Luna la miró mal y ella se dio cuenta de eso.

—Perdón, estaba un poco perdida —dijo ella y Luna solo rodó los ojos.

Me reí un poco para tratar de ligerar el ambiente, puedo jurar que cuando me reí, sus ojos de alguna manera brillaron. No sé tal vez había bebido mucho café, ni idea. Sin embargo, Luna resopó ante su respuesta.

—No es nada, quería saber un poco más sobre ti —le respondí con una sonrisa.

Ah, sí, no soy pelirroja natural si es lo que preguntas —dijo con una sonrisa, que me pareció la más tierna y bonita que había visto en mi vida.

Y a partir de ahí pudimos conversar las tres, nos reímos hasta que fue muy tarde y la cacfetería empezaba a vaciarse, y el sol a bajar. Olivia no agarró su celular desde que comenzamos a hablar entre todas, de repente empezó a sonar el teléfono de Olivia con muchas notificaciones.

Luna lo tomó, y en su cara apareció una sonrisa de oreja a oreja.

Ojo, me parece que hoy tenemos joda, Lu —le dice animada y abrazándola por los hombros.

Luna se rió y me miró con los ojos brillando.

-¿Quieres venir? - Me pregunta Luna agarrando mi mano por arriba de la mesa.

—¿Dónde exactamente? —le pregunté con picardia.

Olivia alzó una ceja y me miró con una sonrisa de lado.



Mi chica - Por Melanie y Olivia -Where stories live. Discover now