CAPÍTULO 1

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—¡Voy por otras bebidas antes de que comiencen! —grita Ori encima del bullicio de la gente.

Este día ha sido uno sin igual, pues en lo único que concuerdo con mis amigos es en que la vida es una sola y sentirla como si no hubiera un mañana, ya que no todos los días la feria realiza un concierto para sus habitantes.

Aunque no conocía a las personas que se van a presentar esta noche vine a petición de acompañante de mis amigas, Aroa solo viene para tomarse fotos y luego subirlas a Instagram como si conociera a todo el mundo, Ori se apunta a cualquier plan que incluya bebidas. . , Camren vino solo a distraerse.

—Ya verás, nos vamos a divertir mucho hoy, Lau

Camren, a mi lado, me dio un codazo, y yo le sonrío. No estoy acostumbrada a salir de mi zona de confort que se resume en café, libros y acuarelas, pero no puedo enfadarme con ella por querer sacarme de eso. Era mi mejor amiga, pero a veces nos amábamos tanto como nos odiábamos. Según decía mamá, Camren y yo parecíamos más bien hermanas en lugar de mejores amigas.

Admito que me espere algo completamente diferente, pero nos llevó a lugares más allá de mi imaginación. Un pub oscuro y secreto donde el aire se llena de electricidad y emoción. De fondo escuchamos sonidos de guitarra ásperos y distorsionados mezclados con batería, creando una atmósfera enérgica y animada.

Las luces tenues y de neón que parpadean al ritmo de la música y crean sombras que se mueven con los acordes. El aire se llena de humo de cigarrillo y alcohol, dándole al ambiente un aire de rebelión.

Me deslumbró el escenario a lo lejos, pequeño pero encantador, decorado con amplificadores viejos y cables enredados. La banda sonaba concentrada y apasionada, irradiando una energía contagiosa mientras interpretaban las canciones con una intensidad abrumadora.

El calor era palpitante tanto por las emociones del público como porque la temperatura iba subiendo a medida que avanzaba la noche. Entre la multitud se pudo ver expresiones de éxtasis, risas y cooperación entre amigos que compartieron esta experiencia única.

Luego, como si mis pensamientos lo hubieran atraído, un hombre vestido con un traje de glam rock subió al escenario, agarró el micrófono y gritó alegremente.

—Démosle una gran bienvenida a The Queen.

Tuve que taparme los oídos cuando el escenario se llenó de humo y la gente a mi alrededor (en su mayoría chicas) empezaron a gritar como locas. Ori corrió hacia nosotros, sonriéndonos y nos entregó una cerveza. Abrí la botella, me la llevé a la boca y bebí mi segunda copa de vino esta noche. Un grupo de chicos salió al escenario.

—Joder, estoy bastante bien.— dijo Aroa.

No le presté mucha atención a esos chicos, en cambio miré a Aroa, dio saltos de su posición original y sacudió la cabeza violentamente. No pude evitar reírme, esta chica lo estaba disfrutando. Entonces sacó su celular.

—¡Miren a la cámara! — Alza el aparato en el aire y toma la foto. Ori y yo abrazados a ella, Camren se une unos segundos después, abrazándonos detrás, en el fondo, los cantantes sobre el escenario preparándose para dar comienzo a la música.

—Ven, baila conmigo, Novacek.

Ella tomó mi mano y me hizo bailar al son de la música mientras gritamos palabras sin sentido, nuestro corazón latía con fuerza y ​​la adrenalina corría por nuestros sentidos.

De repente, cuando habían tocado la cuarta canción, la gente empezó a correr dirigiéndose a la salida. Perdí de vista a las chicas, mientras miraba alrededor buscando las tratando de ubicarlas, chocando con muchas personas que corrían como si huyera de algo.

Las Notas de Mi CorazónWhere stories live. Discover now