Sé Mi Reyna y yo seré Tu esclavo.

un recuerdo a medias...

A medida que transcurría su mañana, que de muy mala gana pasaba con este muchacho, el cual su madrastra y padre la obligaban para qué no estuviera encerrada en su alcoba, soñando estar en otro mundo, otra dimensión paralela o al menos, viviendo alguna aventura dejos de aquí.
al parecer  al muchacho no pareciera molestarle que no lo escuchara, tan solo le importaba estar allí con ella, tratando de acercarse y llamar su atención.

- Sarah, crees que lleguemos a algo mas que solo "amigos"- le proporciono una mirada petulante seguido de querer tomar su mano que reposaba sobre una de sus rodillas a su derecha. Esta a ver sus intenciones trato de llevar sus manos detrás de su espalda queriendo disimular su supuesto estiramiento de músculos, ya que ambos habían permanecido mucho tiempo sentados sobre la fina manta en el césped en su muy penoso picnic.
Ella se sentía muy apenada y bochornosa, dirigió su mirada a aquel majestuoso búho blanco que reposa sobre el árbol el cual habían elegido para que les proporcionará sombra. Desde que se habían sentado ahí este búho los observaba fijamente.

- Erick...estoy muy apenada pero no quiero que lleguemos a algo mas que
"Amigos", hasta ahora solo te estuve aceptando estas salidas por mis padres y nada mas. -soltó sin mas, este la miro con el seño fruncido "hay por favor no pensaste que quizás no te estaba dando importancia por algo, que estúpido son los hombres"

-Pero Sarah, pensé que teníamos algo "especial" cómo tu madre siempre me dijo. -ella se quedo perpleja al escuchar al castaño decirle eso, pareciera que lo único que su madrastra quiera es deshacerse de ella una vez por todas, tratando de venderla en bandeja de plata.

¡se había vuelto loca si creía que le llevaría la corriente a este mequetrefe al cual no tenia nada de gracia ni encanto alguno, tampoco estaba interesada en mantener alguna relación con este tipejo de aspecto insoportable, que a cada rato se miraba en un pequeño espejo que siempre llevaba consigo.

apenas llegara a su casa le diría todo lo que tenia que decirle a tu "madrastra" de una vez por todas.

- ¡escucha Erick, ella no tiene porque hablar por mi! - aladro ya poniéndose de pie, recogiendo sus cosas, decidida a ir para no seguir con este mequetrefe, este la tomo de una de sus muñeca con fuerza antes de que se diera la vuelta.

- ¡ooh vamos Sarah, no seas chiquilina niña! -miro perpleja de donde la había tomado, esto la había echo enfurecer aun mas de lo que ya se encontraba.

-¡como te atreves a agarrarme de este modo imbécil, suéltame! -exclamo furiosa -y mas chiquilines serán ustedes, queriendo controlar mis decisiones .- sin mas este trato de besarla a la fuerza pero no lo logro ya que una de las manos de la chica se estampo con gran fuerza sobre su mejilla, logrando así que este la suelte.

sin mas esta se fue a paso apresurado del parque en donde se encontraban, con miedo de que volviera a por mas, a todo esto se percato que el búho que los observaba la seguía a vuelo rapante y apresurado.

una vez en su casa entro apresurada, cerrando la puerta tras ella y recostándose sobre ella, soltando un largo suspiro...

"¡¿que había sido todo eso?! pensó dirigiéndose a su alcoba pero sin antes ver por el marco de su puerta entre abierta...una sombra que se dejo ver, como si alguien estuviera allí, era alto, así que pensó que podría ser su padre, con mayor razón entraría a discutirle sobre su esposa.

tomo el picaporte de la puerta y la abrió con brusquedad, encontrándose con absolutamente nadie en la alcoba "¡¿acaso me estoy volviendo loca de verdad!?" entro del todo cerrando la puerta de un golpazo que poco después de ello escucho un gran lloroso, "rayos.....lo olvide por completo" salió de su alcoba rápidamente abriendo la puerta que estaba justo enfrente de la de ella..