Tuve una noche malísima.
Benjamín no me escribió y yo tampoco lo hice, no supe si había ido a su casa o a el cumpleaños de Elizabeth. Me sentía muy mal, nuestra primera pelea había sido por mi culpa y unos estúpidos celos. Pero no lo sé, nunca me había sentido así por nadie, lo que yo siento por Benja es casi inexplicable y por la inseguridad generé una pelea que no debió haber ocurrido.
Me levanté muy temprano por la mañana, la verdad no había podido dormir mucho. Salí muy temprano y tomé el primer bus que llegó para la escuela, al llegar estaba practicamente vacía, entré hacia mi salón de clases y me senté lo más atrás posibles. Después de un par de horas salí junto a Emma hacia la cafetería, ella compró un par de cosas y nos sentamos donde usualmente lo hacemos. Ella comenzó a entablar conversación con un par de personas más y yo simplemente buscaba a Benja con la mirada.
Noté a Benja haciendo la fila en la cafetería, rápidamente se le acercó Elizabeth. Yo sé que ella no me ha hecho absolutamente nada, pero como la odio. Él giró, la vió un par de segundos y volvió a girarse hacia al frente. No supé realmente que le dijo, pero noté que ella estaba desconcertada y se alejó lentamente de él.
-Ya vengo, esperame un segundo- me dijo Emma antes de levantarse y desaparecer entre la multitud
Estuve un par de minutos sola hasta que escuché su voz justo detrás mío.
-Te compré unas oreo, ¿Quieres?-
Yo simplemente asentí y Benja se sentó justo a mi lado. Abrió el paquete de galletas y me las dió. Yo las recibí para después acercarme a él y darle un pequeño beso en los labios, cosa que lo tomó completamente desprevenido.
-Lo siento por... todo el drama que hice- dije- Sé que fue demasiado, y lo siento. Solo que cuando se trata de ella, no lo sé, me convierto en la persona más insegura de estu mundo-
-Lo sé amor, no fue drama. Comprendo que todo el tema de Elizabeth es complicado, y no quiero darte razones para ser insegura, perdoname ¿Si?-
-Prometo que no volverá a pasar, no haré otro drama así de celos-
-No- me interrumpió de inmediato- Hazme mil más si quieres, pero no te daré más razones para que estés celosa, yo te amo Sophie, no me interesa nadie más-
Ambos nos acercamos el uno al otro y nos dimos un pequeño beso en los labios.
-Hola tortolitos- nos interrumpió Emma
-Dices eso solo porque no estás con Dani-
-Ay, extraño a mi cielito-
-Que diabetes das Emma- se burló Benjamín
-Ay calláte, tu ayer no podiste dormir solo porque habías peleado con Sophie y no habías recibido tu mensaje de buenas noches-
-Nadie te preguntó Emma-
-Awwww, ¿Enserio?- dije tomandolo de la mejilla y Benja hizo una mala cara
-Un poco si- respondió entre dientes y yo reí
Después de un rato más llamaron a todos los de último y penúltimo año hacia el auditorio, caminé de la mano de Benja y junto a Emma hasta que llegamos. Nos sentamos los tres juntos y mientras esperabamos apoyé la cabeza en el hombro de Benja.
-Hola Ben- lo saludaron un par de chicas sentadas justo en frente de nosotras y él únicamente asintió con la cabeza saludandolas de vuelta
Las había visto un par de veces, eran las amigas de Elizabeth y claramente porristas de último año.
-¿Qué harás hoy?- preguntaron ignorando completamente mi existencia
-Saldré a cenar con mi novia- respondió con una sonrisa de oreja a oreja resaltando la palabra novia, mientras que ponía su mano en mi muslo
-¿Tienes novia?-
-Un poco obvia esa pregunta, ¿No te parece?-
Ambas me miraron, se miraron y comenzaron a reir mientras se volteaban. Benja notó que eso de inmediato me tensó.
-No les prestes atención amor- susurró mientras con sus manos tomaba mis mejillas
-Yo sé, solo que-
-Nada mi niña, son dos personas insignificantes en nuestras vidas- me interrumpió- Da igual la historia que se generan en su estúpida cabeza-
Un par de minutos después comenzó a hablar nuestro director, nos empezó a contar que haríamos un viaje hacia boston para conocer las universidades que había en este estado, incluyendo MIT, Hardvard y Berklee. Después de una charla de más o menos una hora contandonos toda la logística, salimos.
-¡No lo puedo creer! ¡No lo puedo creer! ¡Voy a ver a Dani!- casi gritaba Emma de la emoción
-Creo que aquí mi hermanita es la más emocionada-
-¡Voy a ver a Dani!- soltó mientras brincaba de la emoción y le daba un abrazo a Benja
-¿Ya le llamaste?- pregunté
-No, ya vengo- dijo corrriendo de la emoción mientras sacaba su celular
-Ay, ¿Qué se sentirá estar así de enamorado?- preguntó Benja mientras salíamos de la escuela
-Ah, no lo sé, deberá sentirse lindo, ¿No?- respondí con su mismo nivel de sarcasmo
-Me imagino, ojála algún día sentirlo- dijo entre risas hasta que yo me detuve justo en el parqueadero- ¿Qué pasó?-
-¿Qué de qué?-
-Vamos-
-¿Vamos a donde?-
-A mi casa-
-¿Para?-
-Deja de hacer preguntas y camina, por Dios-
-No puedo, es que no soy por la que estás enamorado, es más, no sabes que se siente- respondí con sarcasmo, casi aguantandome la carcajada
-Eres una pesada, si tú me tienes enamoradísimo niña-
-Mmmm, no lo sé, no lo creo-
-¿Me vas a obligar a cargarte?- preguntó absolutamente serio
-Benjamín te asesino-
Él soltó una carcajada mientras caminabamos hacia el auto. Benja condujo hacia su casa y al bajarme el me detuvo.
-Esperame justo aquí- dijo y yo extrañamente obedecí
Él entró rápidamente a su casa y salió, me tomó de la mano y entramos juntos. Benja se estaba comportando completamente extraño para ser sincera.
-¿Me acompañas a mi habitación?-
-¿A qué?-
-A... pues llevar mi mochila-
Yo asentí, él es la peor persona mintiendo. Subí las escaleras a su lado y antes de entrar a su habitación Benja se detuvo.
-Cierra los ojos-
-¿Qué?-
-Cierra los ojos- demandó
Yo obedecí y con la ayuda de su mano entré a su habitación.
-Espera...- se detuvo un par de segundos- ya puedes abrirlos-
Al abrirlos, me encontré con Benja con una sonrisa de oreja a oreja y un ramo de rosas blancas y rosadas. Me tomó realmente por sorpresa, yo salté a sus brazos y comencé a darle muchísimos besos.
-Cada vez que tengamos una pelea, así sea la más mínima, prometó que tendrás flores-
-Te amo mucho mucho mucho- respondí llenando su cara de pequeños besos.
Y él si cumplió su promesa... bueno, casi lo hizo.
