Un cumpleaños como el Avatar (Parte 1)

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Chieko levantó una ceja curiosa. Parecía que quería evitar ese tema, e incluso se había puesto bastante incómodo. Iba a acotar algo más, cuando la puerta de la biblioteca se abrió y apareció Yuiuk.

- Me pareció haberlos escuchado. Hola, Wei, ¿cómo estas?-

- Buen día, Yuiuk, bien. Te dejo a tu pupila.- respondió Wei, señalando a Chieko. - Suerte.- les dijo y se fue por donde habían venido.

El Avatar se quedó viéndolo hasta que desapareció de su vista, con sospecha. Yuiuk se colocó a su lado.

- Creo que me oculta algo. Él y Wing. Hoy los vi peleando de nuevo, y luego Wei evadió una pregunta sobre tu tío.- soltó Chieko y Yuiuk la miró algo triste.

- Me gustaría poder ayudarte pero no conozco bien la historia. Todo sucedió antes de que yo naciera, pero tienes razón. Tiene que ver con mi tío Taio.-

- ¿Por qué evade el tema?-

- Debe ser un tema sensible.-

- Mmh...-

- ¿Estás lista para comenzar? Tu desayuno está listo sobre la mesa para que no estudies con el estómago vacío.-

Chieko le sonrió y asintió entusiasmada. Entraron a la biblioteca y era tal cual como el Avatar había imaginado. Techos altos de hielo cristalino permitían que el ambiente se viera extremedamente claro, y ventanales enormes con vista a la montaña daban entrada perfecta a la luz de la mañana. Los estantes estaban repletos de libros, que estaban hechos de hielo tallado, al igual que las mesas y las sillas. El frío en ese lugar se intensificaba al cien, por lo que Chieko se abrazó un poco más a sí misma. Se percató de que Yuiuk no vestía ningún abrigo y se dió cuenta de que no la había visto hacerlo desde que la había conocido.

- ¿Acaso no tienes frío?- le preguntó a la princesa y esta le dedicó una timida sonrisa.

- Bueno, digamos que eso es uno de los efectos secundarios de haber sido salvada por Yue...desde ese día no siento el frío del Polo Norte, por lo que abandoné mis pieles casi por completo.- contestó Yuiuk.

- Vaya...eso es impresionante.- opinó Chieko.

- Supongo.- dijo Yuiuk, mientras se sentaba a una de las mesas e invitaba al Avatar a hacer lo mismo.

Chieko se sentó también y se encontró con una bandeja de desayuno frente a ella. Sonrió y comenzó a comer sin siquiera pensarlo. Yuiuk rió deulcemente. Frente a la princesa, se hallaban dos libros distintos, abiertos.

- Mientras desayunas, te empezaré a hablar un poco de historia. Pensé en comenzar con la de mi tía Korra, pero después creí más pertinente hablar de Aang, ya que es él que trata de comunicarse contigo ahora. Tal vez estas lecciones ayuden a ese proceso ¿No crees?- indagó Yuiuk y Chieko asintió con un pedazo de alga en la boca.

La princesa tomó uno de los libros y lo colocó frente a ella. Chieko se acercó para observar. Sobre la página, había una imagen tallada: era un grupo de personas que ya había visto antes. Eran parte de sus visiones. Un maestro aire, que parecía un niño, encabezaba al grupo. Seguidos de él, estaba la niña de la Tribu Agua y el chico con el boomerang; e inmediatamente después estaba la niña maestra tierra. Finalmente, cerrando el grupo, estaban el chico de la cicatriz y la guerrera del abánico.

-¿Quienes son esos?- preguntó Chieko, con la boca llena. Yuiuk negó con la cabeza divertida.

- Son el Avatar Aang y su equipo. Ellos terminaron con la guerra de los 100 años hace ya mucho tiempo. Seguro escuchaste de ellos.-

- Escuché sobre la guerra, pero nunca sobre ellos, aunque los reconozco de las primera visiones que tuve.-

- ¿Ya los viste entonces?-

La Leyenda de ChiekoOnde histórias criam vida. Descubra agora