Bohemian "YOONKOOK"

Recuerdos.

—mira una flor rara!—

—se parece a la flor de tu nacimiento, la flor de tigre—

—es tan extraña—

—es una flor única difícil de tener y controlar—

—porque controlar? acaso camina?—

—no camina mi niño, a veces la flor hace berrinche al querer algo que no puede tener, cuando la expones mucho al sol sin descanso alguno suelen morir—

—yo también soy difícil pero yo no me quiero morir— soltó unas risas al final dejando ver su perfecta dentadura, dando besos en el rostro de aquella mujer.

...

otra vez lo mismo...

una y otra vez.. porque?...

—que haces? porque tan callado?—

desvió la mirada fija a la derecha sintiendo la mano fría de su esposo —no es nada—

—nada? suena como si sea algo malo—

—sueños con personas que no conozco— bajo la mirada soltando un suspiro cansado.

las cejas del frio se fruncieron apretando su hombro desnudo, bajando la mano del contrario dando un beso con la mirada en sus ojos cafés.

—no recuerdo su nombre— volteo mirándolo confundido

se acerco a el con la vista clavada, comenzando a susurrar en su oído —arreglemos el problema— sostuvo su mano con fuerza haciendo que se pare y camine de manera rápida con dirección al auto, su enojo cada minuto era peor pero lo controlaba, preguntándose si era amor.. o simplemente obsesión.. abrió la puerta y tiro al auto para después subir de piloto sacando una bolsa de trapo que estaba debajo del asiento —quieres que...—

—hazlo tu...— estiro sus muñecas con la mirada baja  aun pensativo, era como si su cuerpo no tuviera un alma o simplemente un muerto en vida.

suspiro sacando de la guantera unas esposas colocándoselas y tapando su rostro con aquella bolsa. 

empezó a manejar y después de unas horas llegaron a su destino, no sabia donde estaba... mucho menos se lo imaginaba.

sentí unas manos frías tomarme de los brazos sentándome en una silla de ruedas.. llevándome como un pasillo donde solo se escuchaban a lo lejos unos gritos pero distorsionados, era aterrador.. y mas que nada sin poder ver daba aun peor miedo...

—prepara todo, no quiero que pase otra vez estoy cansado de esto— estaba gritando a los que estaban presentes sin olvidarse de ninguno 

—disculpe señor.. el aun nos esta escuchando— dirigió su vista preocupado 

—no me interesa, coloca esa mierda en su cabeza y hazlo rápido— camino hacia su esposo jalando con brusquedad la bolsa de su cabeza —estas bien?.. debemos ser rápidos— bajo el tono de voz algo dulce y estirando la mano hacia la mesa de al lado mientras los demás colocaban como una corona de fierro encima de su cabeza con unos auriculares del mismo material —di A— 

este no dijo nada mas que solo mirarlo con inseguridad.

—sabes que debes hacerlo por tu bien, por nosotros— al final de aquellas palabras este abrió la boca para masticar un mordedor que era casi de cierro pero algo suave —buen chico— sonrio dándose la vuelta mientras hacia una seña con sus mano derecha.

———— I WAS ONLY TEMPORARY ————— song

—electro potencia de treinta, descarga!— giro aquel botón rojo dejando otros tres a su derecha

—súbelo a cincuenta— se dio la vuelta mirando a su esposo retorcerse en aquella silla amarrado de las muñecas y tobillos con correas

—la ultima vez fue de cincuenta— dijo preocupado mirando a los demás de su alrededor 

—muy bien a setenta entonces— 

—señor pero eso..— paso saliva mirándolo a el y su esposo retorciéndose con jadeos de de dolor 

—has lo que te pido o el siguiente serás tu!—

si bien todos sabían a Yoongi no le importaba lo mas mínimo si Jungkook sufría

así como tampoco le importaba a que punto podía llegar con tal que el estuviera en su vida...

—ya apágalo, suficiente por hoy, revísenlo— suspiro dando una vuelta caminando en su sitio apretando con los dedos su tabique como signo de estrés

los médicos se acercaron a jungkook lo mas rápido que pudieron quitándole la coronilla y mordedor con cuidado, pero este no respondía.

abrieron su ojo izquierdo alumbrando con una linterna revisándolo.

—no responde— empezaron a alarmarse. —revisa su pulso!—

—que pasa?— suspiro acercándose con las manos dentro de su bolsillo  

—señor el no...—

—no me digas— comenzó a reír de costado para acercarse a la mesa de al lado otra vez —que tenemos..— agarro una jeringa con aguja larga y muy filuda para modela un poco y plantárselo en el corazón de su esposo —no se alteren, llévenlo a mi auto—

—pero señor..— lo miro preocupado al igual que los demás para escuchar después unos tosidos cercanos —YA ESTA ESTABLE suéltenlo y sédenlo—

—idiotas...— dijo serio mirándolos y encendiendo un cigarrillo 

lo llevaron al auto dormido para después de unas horas este se despertara confundido sintiendo algo húmedo pegado a su cuerpo.

—despierta bello durmiente—

—que?... ya amaneció?—