[Todobaku] Todoroki Shoto, en su tercer año de UA, pierde la memoria tras el ataque de un villano.
Wow, qué original. (Nótese el sarcasmo).
Pero sí. Va de eso.
Es mi primera historia de este fandom y es mi primer intento ¿yaoi?
Los capítulos ser...
El rubio alzó la vista cuando sintió su presencia, Todoroki estaba listo para más de veinticinco tipos de conversaciones diferentes. Esperó.
—Ah. Eres tú. Apresúrate, tenemos que tomar el tren.
Oh.
Se quedó en blanco.
No estaba preparado para la indiferencia.
Apretó las manos en puños y siguió a su compañero fuera del predio, en absoluto silencio.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bakugou se mantuvo rígido y con el ceño bien fruncido durante todo el viaje. Estaba haciendo su mejor esfuerzo por no perder la compostura. Estaba en una cita con Todoroki Shoto, quien claramente no tenía idea de que eso era una cita, como tampoco sabía que eran novios ni que ese día celebrarían su octavo mes juntos. Claro que no. Shoto solo había atrapado el anzuelo que le tiró: dos entradas a un concierto. Si cualquier otra persona lo hubiera invitado, él hubiera ido. Sin importar nada.
En la estación correspondiente, el tren dio una sacudida y frenó. Katsuki le hizo una seña con la cabeza a su acompañante y lo guio fuera del andén. Las tardes eran cada vez más frías a medida que avanzaba el otoño y duraban menos. Sin embargo, Bakugou no sabía cómo aprovechar el tiempo. Estaba tan nervioso que cualquier comentario que hiciera su novio lo haría sonrojarse, incluso si decía algo desagradable como "se me caen los mocos" o lanzaba una flatulencia.
Caminaron con el sol todavía arriba, y después de lo que pareció una eternidad, Shoto rompió el silencio.
—Conocí a tus padres —dijo. De repente y sin filtro.
¿¡QUÉ!? Eso fue lo más random e inesperado de la vida. Rojo como un tomate le exigió explicaciones y Shoto le contó sobre su cita con la perra de Yaoyorozu. Eso les dio bastante tema de conversación y relajó muchísimo a Bakugou que había estado pensando en que la primera experiencia de Shoto en el cine (desde que había despertado del accidente) había sido con otra persona.
—Yo pensaba que los adultos ya no hacían esas cosas... citas, quiero decir —comentó con una sonrisa—. Me sorprendió mucho, pero me dio alegría. Se deben querer mucho.
Bakugou resopló.
—Sí, claro. —No pudo evitar sonar agrio—. Ellos se quieren.
Shoto lo miró un momento. Bakugou intuyó que buscaba frenarse, siempre frenaba cuando quería tener una conversación seria, así que siguió caminando obligándolo a que lo siguiera.
—También se preocupan por ti —le dijo despacio, como si estuviera tanteando el terreno—, tu madre nos agradeció por cuidar de ti.
Ante eso, Bakugou Katsuki se dio media vuelta para enfrentar al bastardo mitad estúpido y mitad entrometido.
—¡Yo me cuido solo, siempre me cuidé solo, mierda!
Por un momento, Bakugou se sintió en el pasado. Shoto portaba su expresión neutral y lo miraba fijo, como siempre había sido.