En los recovecos más oscuros y profundos del inframundo, donde las sombras se entrelazan en una danza eterna y el eco de los suspiros de los condenados resuena como un lamento perpetuo, se alza majestuoso el Castillo de los Condenados. Sus torres retorcidas se alzan como testigos mudos de siglos de desdicha y oscuridad, mientras sus murallas de piedra, marcadas por el paso del tiempo y la maldición de la eternidad, atesoran los secretos más profundos y oscuros que el abismo ha conocido.
En el corazón de este bastión de oscuridad, en una cámara envuelta en una penumbra densa y palpable, se encuentran Lucifer y Alastor, dos demonios cuyas vidas se entrelazaron en un vínculo infernal de amor y pasión. Lucifer, el príncipe de las tinieblas, es una figura imponente cuya presencia llena la estancia con una aura de poderío y majestad infernal. Sus ojos, profundos como el abismo mismo, reflejan la tormenta de emociones que agita su alma atormentada. A su lado, Alastor, el señor del caos, irradia una energía vibrante y electrizante que llena la estancia con una sensación de anticipación y emoción. Su sonrisa traviesa y su mirada juguetona contrastan con la oscuridad que los rodea, pero en sus ojos arde un fuego que desafía incluso las sombras del inframundo.
Los dos demonios se encuentran en el altar oscuro con una mirada cargada de significado, sus corazones ardiendo en un fuego infernal que amenaza con consumirlos por completo. Han esperado este momento durante eones, desde que el destino entrelazó sus caminos en una danza ancestral de amor y destino. Ahora, en presencia de sus súbditos infernales y bajo la mirada impasible de las estrellas que apenas se atreven a brillar en el firmamento oscuro, sellan su unión en un pacto de amor eterno.
Juraron amarse en la luz y en la oscuridad, en la alegría y en la tristeza, por toda la eternidad que les fuera otorgada en el reino de las sombras. Sus voces resuenan en la sala como un eco de poder y pasión, mientras que sus almas se entrelazan en un abrazo ardiente que desafía incluso al tiempo mismo. Los invitados infernales, criaturas de pesadilla y seres ancestrales, observan en silencio mientras las llamas del infierno danzan en un torbellino de celebración, envolviendo el castillo en un resplandor ardiente que parece desafiar las mismas leyes del abismo. Los ecos de sus cánticos y risas resuenan en los pasillos del castillo como un tributo al amor que desafía incluso a la muerte misma.
Y así, en medio de la oscuridad del inframundo, el amor de Lucifer y Alastor brilla como una estrella en la noche eterna, una luz que ilumina el camino de aquellos que se atreven a desafiar los designios del destino en busca de la verdadera esencia del alma demoníaca. Su unión es más que un simple pacto de amor; es un desafío al mismísimo universo, una declaración de que incluso en los rincones más oscuros del abismo, el amor puede florecer y prosperar, alimentando el alma con la esperanza de un futuro mejor. Y así, mientras las llamas del infierno danzan en celebración y los ecos del abismo resuenan en respuesta, Lucifer y Alastor se funden en un abrazo eterno, jurando proteger y amar a Charlie, la hija que nacerá de su amor, por toda la eternidad que les sea otorgada.
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Lucifer x Alastor
Romancecuenta la historia de dos demonios casados llamados Lucifer y Alastor los cuales deciden divorciarse, haciendo que luchen por la custodia de su hija Charlie la cual le puede costar la vida a alguno de los dos
