Tierra es un planeta bastante lindo, pero es muy egocéntrico y narcisista, su actitud molesta a muchos, pero los demás no pueden odiarlo. es.... simplemente odiarlo.
-Pero tierra..~ hemos estado aquí durante mucho tiempo, y recuerda lo que dijo júpiter..tienes que estar en tu órbita.- Luna trataba de convencer a su planeta, si su planeta podia converselo con unas simples palabritas lindas , luna también podía.
-Lo siento Lunita..Pero debo disculparme con titán.- Aclaro tierra, sin dejarse convencer, el no caería.
-¿!Con titán!?.- Luna se sobresalto, titán, su enemigo, esa luna verde que quiere ser el satélite de tierra, que por cierto, luna nunca lo dejaria.-No! No vayas con ese idiota porfavor.. te puede hacer algo malo..
-No me va a hacer nada, solo me voy a disculpar y ya, si intenta hacerme algo, ehh.. lo golpeó, te lo juro.- Sehh, tierra ni el se creia, pero solo lo dijo para tener a su luna tranquilo.
-No se..no confío en el.
-Oye es cierto! No te tengo que pedir permiso! Soy tu planeta, puedo hacer lo que quiera!.- Tierra entro en razón, el era superior a su luna, por lo que no podia mandarle.
-Pero tierra..-Luna se había sorprendido antes la actitud de su planeta, de forma insesperada tierra había cambiado su actitud.
-Pero nada! Mira luna, solo me voy a disculpar con titán y ya, no es como si titán.. No se, me vaya a matar.
Luna se quedó en silencio, triste por como le hablaban, pero no podía hacer nada, lastimar a su hermoso planeta ni el mismo se lo perdonaría.
-Vete a nuestra órbita, llegare en unas horas.- tierra era conciente de lo que decía, pero de que su luna lo mandara eso sí jamás.
Lo único que pudo ver luna es como su planeta se iba, dejándolo sin más opciones, solo irse a su órbita a esperarlo. Por más coraje que a luna le diera ver a titán con tierra, no podía hacer nada, tierra era solo su amigo, una al que nunca le daría una oportunidad.
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-TITAN?! TITAN!.- Gritaba la voz chillona de Saturno, buscando a su luna favorita y la única de todas que sabe su nombre.
Ya llevaba un buen rato gritando el nombre de su luna que se escuchaba hasta la órbita de Júpiter, sin duda algo muy molesto para las demás lunas de Saturno, que están muy olvidadas.
-Cielos! Saturno grita horrible.-dijo una molesta Dione, diciéndole a todas las lunas presentes.
-Ya lo creo...aparte de que solo ha dicho en todo el día el nombre de titán.-Apoyo Encelado, viendo con una cara de tristeza a Saturno, que esté movía asteroides con esperanzas de encontrar a titán.
Desde que se perdió titán, Saturno ha estado buscando como loco, ignorando aún más a sus demás lunas, a unas no les importaba y otras se ponían tristes.
