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Habían pasado un par de meses desde que Lady Irasue junto a la Reverenda Madre Mohiam le habían sugerido al Emperador eliminar a la Casa Atreides con ayuda de la Casa Harkonnen.

Ahora Lady Irasue vivía junto a su esposo en Giedi Prime.

En tan solos unos días se celebraría la mayoría de edad de este y el Barón Harkonnen estaría presente en la celebración.

La pareja había oído sobre el fracaso de el hermano mayor del Na-Barón en Arrakis, por lo que contaban con que el Barón le diera la oportunidad a su heredero de gobernar Arrakis.

















Está en espera mi señora —dice el médico Harkonnen—

—toca su vientre— Ni una palabra de esto —ordena con voz tajante—

— Si, mi señora —se reverencia y se marcha—

—Vuelve a tocar su vientre mientras observa por una de las ventanas— Los protegeré y me aseguraré de que su padre nos abra el camino hacia el poder —susurro en forma de promesa hacia sus hijos—

A Lady Irasue se le había dado la orden de engendrar una niña pero fuera de desear seguir siendo controlada se aseguró de engendrar tanto una niña como un niño con quienes preservar la genética de su esposo y el futuro de la Casa Harkonnen.

























El Barón Vladimir Harkonnen se encontraba frente a la esposa de su sobrino.

Bienvenido Barón —saludo con respeto— A pasado un tiempo desde la ultima vez que nos vimos —

—la observa— Gracias Lady Irasue —avanza junto a ella— mi sobrino como a estado —

— Muy bien Barón —contesta sin dejar de caminar— Mi esposo a sabido manejar bien las cosas aquí —lo mira y sonríe— Le aseguro que sabrá manejar de igual forma el regalo que le tiene preparado —

—la miro y también sonrió devuelta— Si lo logra Arrakis será suyo —

El resto del camino fue en silencio y una vez lo dejó en su palco ella se dirigió al palco en el cual las Bene Gesserit la estarían esperando.








Hoy sería el día en el que Arrakis caería en las manos de Feyd-Rautha y también sería el día en el que le daría la notica de su embarazo a su esposo y a la Hermandad.

A pesar de que estaba esperando dos bebés no estaba incumpliendo con las órdenes ya que una niña nacería con la genética de su esposo y la suya pero el niño sería su regalo hacia su esposo, también sería la motivación necesaria para que su esposo hiciera lo necesario por ella.













Que tal estuvo el viaje hermanas —preguntó cuando vio a las Bene Gesserit junto a ella—

— Estuvo bien —respondieron de forma neutra— ahora dinos es controlable la bestia de tu esposo o perderemos a nuestro candidato —

—las observó brevemente— Lo es. También pueden comentarle a la Reverenda Madre que estoy en espera de sus hijos —las miro desafiante— una niña y un niño por lo que no he incumplido con su orden —

— Bien —dicen sin más—

— Disfruten del show hermanas —miro la arena con una sonrisa—





La lucha comenzó una vez el joven Na-Barón dio sus respetos a su tío. Tres prisioneros aparecieron por distintas puertas, dos de ellos se tambaleaban, signos claros de estar drogados pero el restante se mantenía erguido sin problemas, ese era el regalo preparado por el Barón por la mayoría de edad de su sobrino.

Una lucha real para probar si es capaz de sobrevivir a una verdadera amenaza.














Derrotó sin demora a los dos prisioneros drogados, solo quedaba el último guerrero Atreides de pie.

La lucha fue constante entre ambos guerreros pero Feyd-Rautha se proclamó ganador, demostrando así que era capaz de sobrevivir ante las amenazas reales que se pusieran en su camino.

Su esposa desde el palco lo observaba con orgullo ya que esa victoria pondría a Arrakis en sus manos y por consecuencia estaría un paso más cerca de llegar a su objetivo.

𝑻𝒓𝒂𝒊𝒕𝒐𝒓 | Feyd-Rautha HarkonnenWhere stories live. Discover now