𝕻𝖆𝖗𝖙𝖊 Ú𝖓𝖎𝖈𝖆

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(Boy Pussy)

Max era algo prohibido para él, un amor que no se podía dar, Max es malo, no entra en el prototipo de pareja el cual su familia le exigía tener

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Max era algo prohibido para él, un amor que no se podía dar, Max es malo, no entra en el prototipo de pareja el cual su familia le exigía tener. Por la tele salía el rostro y el nombre del chico, buscado por ser un famoso narcotraficante, que contaba con cargos por homicidio, trafico de drogas y armamento, robo y secuestro, entre otros.

Carlos sabia que Max no era un santo y eso lo atraía aun más a él, sabia que su familia no se podía enterar de que las salidas a la casa de Lando o los viajes universitarios fuera de la ciudad eran una simple mentira para poder verse con el mayor. Carlos amaba a Max,

Siempre aprovechaba cuando sus padres salían de viaje  por varios días, a veces se quedaban fuera por meses, y eso Carlos lo aprovechaba. Siempre tenia un pequeño bolso donde guardaba lo que le pudiera funcionar para esos casos, a veces se quedaba unos días con Max y otros el Holandés iba en su búsqueda.

Max no podía negar en como le encantaba jugar con fuego cuando se trataba de moreno de lindos ojos cafés. Le encantaba como Carlos siempre lo invitaba a pasar la noche con él con la simple escusa de que se sentía solo en casa y estaba ¨enojado¨ con sus amigos para pedirles que lo acompañaran.

Hoy no era la excepción, Carlos le había enviado un mensaje a Max diciéndole que lo extrañaba y que quería verlo con urgencia, el cual respondió que estaría en 20 minutos en su casa. Max sabia que encontraría la puesta principal abierta para cuando llegara, encima de uno de los estantes en donde Carlos acomodaba sus preciados libros estaría un condón siempre, el cual hoy decidió no utilizar.

Caminó por los pasillos de la casa en dirección a la habitación del moreno, donde lo encontró recostado en su cama, con sus esbeltas pierdas abiertas mientas sus finos y largos dedos maltrataban su clítoris de forma rápida y concisa generando ligeros temblores y gemidos en el menor. Max a verlo masturbarse de esa manera tan erótica sintió su entrepierna endurecerse entre sus pantalones.

Un silbido resonó en la habitación, característico de Max que Carlos reconoció al instante. Sus dedos dejaron de lado lo que hacían, se puso de rodillas en la cama mientras lamia los dedos que se encontraban empapados de sus fluidos. Con la vista fija en Max, el cual lo admiraba desde el final de la cama, con sus manos metidas en los bolsillos delanteros de su pantalón.

—¿Estas así por mi bebé?

Sus manos acarician los mechones negros del español, su miembro estaba creciendo a una velocidad alarmante. Solo el madrileño tenía el poder de ponerlo así de caliente de un momento a otro.

Incluso de pie y con el madrileño en cuatro sobre la cama era capaz de ver cómo la lubricación hacia brillar esos muslos color canela. Sus dedos tiran de esos mechones negros observando encantado como esos ojos cafés se nublan por le placer.

Paso su mano por ese rostro de muñeco acariciando los pómulos altos del madrileño los labios rosas lo invitaban a pecar, le están suplicando por ser besados, la espalda desnuda de Carlos le da una buena vista de todas las mordidas y marcas que ha dejado a lo largo de su piel.

𝕯𝖊𝖑𝖎𝖈𝖚𝖊𝖓𝖙𝖊 (𝕮𝖆𝖗𝖑𝖔𝖘 𝖝 𝕸𝖆𝖝)Where stories live. Discover now