En un reino donde el silencio era ley y el sonido un mito, vivía una joven llamada Lira. Su mundo era tranquilo, demasiado tranquilo. La gente comunicaba con gestos y miradas, temerosos de que cualquier susurro despertara a los temidos Guardianes del Silencio.
Lira, sin embargo, anhelaba escuchar su propia voz, sentir el palpitar de su corazón en cada nota. En secreto, practicaba la antigua arte de la música en las profundidades de los bosques prohibidos, donde, según las leyendas, los sonidos no desaparecían, sino que se transformaban en eco, perpetuándose por siempre.
Un día, mientras Lira tocaba su lira, sus melodías fueron escuchadas por Eol, un joven guerrero desterrado por osar desafiar las reglas del silencio. Eol quedó cautivado por la música y por Lira. Juntos, decidieron buscar el origen del silencio que oprimía al reino.
Capítulo 2: La Rebelión de las Sombras
La búsqueda de Lira y Eol los llevó a descubrir una antigua conspiración. Los Guardianes del Silencio no eran protectores, sino carceleros, enviados por un tirano de un reino vecino que temía el poder unificador de la música.
Con esta revelación, Lira y Eol se convirtieron en líderes de una resistencia clandestina. Entre susurros y sombras, forjaron un ejército dispuesto a luchar por su derecho a la voz y al sonido. Pero en su camino, encontraron no solo aliados, sino también traidores y corazones llenos de odio.
