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Londres, Inglaterra.

Arlette llegó al aeropuerto a las 5:30 de la mañana, se apresuró a irse al departamento en donde se quedaría, pues tenía que hacer lo que le había dicho su cuñada antes de irse.
No se demoró mucho en llegar así que optó por tomar una siesta, pero para su mala suerte no se dio cuenta de cuanto tiempo había dormido y apenas se levantó, agarró su teléfono para dar la orden...

Llegó el momento.
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No pasó mucho tiempo cuando ya estaba recibiendo un mensaje de vuelta dándole a entender que se había cumplido la orden. Salió de ahí y llamó a Ginebra para darle la noticia. Sonaron los tonos tres veces por lo que creyó que no contestaría pero cuando estuvo apunto de colgar al fin respondió...

—Hola. ¿Necesitas algo?–se escuchó del otro lado la voz de Mauro, no entendía porque respondió él.

—¿Gin esta bien?–preguntó preocupada ya que si se le hizo raro que no respondiera ella.

—Está excelente, solo que acaba de dar a luz y... Se siente cansada–era una excelente noticia, y sabía que lo iba a ser más para Elías–Supongo que ya está hecho lo que te dijo.

—Justamente por eso llamo, todo salió exactamente como ordenó; ya se deshicieron de ella.

—Perfecto, esta noticia la hará recuperarse más rápido. Va a ser como medicina para ella... –se escuchó que le habló a lo lejos y él suspiró–Tengo que colgar linda. Pero estamos en contacto.

—Ve con ella, cuídalas mucho. Al menos en lo que mi hermano regresa–antes de colgar le dijo algo más–Por cierto, gracias por el collar. Se que me dará mucha suerte.

(....)

Ciudad de México.

—¿Era Arlette?–su hermano asintió.

—Dijo que ya está todo hecho, la persona está esperando su pago–explicó.

—Al menos eso salió bien. Haz el depósito cuando puedas, ya sabes desde cual cuenta–estaba a punto de irse pero se dio la vuelta para decirle algo más a su hermano–Y consigue a la bebé–ordenó para luego marcharse.

Mauro solo pensaba en como haría para encontrar a una bebé recién nacida hoy mismo, lo único que tenía claro era que iba a tener que mover cielo y tierra para encontrar una. No podía permitir que perdieran todos esos años de esfuerzo para llegar a donde estaban. Pero sobre todo no podían regresar a la calle.

(....)

La familia Roble iba entrando al hospital acompañando a Paz, quien estaba apuntó de dar a luz por culpa de un accidente desagradable que había tenido. Estaban a punto de ingresarla a quirófano pero antes su familia le deseo mucha suerte a ella y a su bebé para que todo saliera bien ya que la notaban preocupada y con miedo a que algo pasará con su hija.

—Mucha suerte hermanita, vas a ver que todo saldrá bien–habló Mireya, la hermana mayor de Paz.

—Manten la calma hija–habló su mamá y la chica le tomó la mano.

—Los quiero un chorro–dicho eso se la llevaron a donde daría a luz.
El esposo de Paz no pudo decirle nada pero aunque ya estaba lejos para poder escucharlo éste lo dijo en voz baja.

—Te quiero mi Pazita–dijo viendo la puerta del quirófano–Perdoname...

El parto fue demasiado largo y algo complicado pero por suerte todo salió bien, toda la familia Roble ya había entrado a la habitación en donde se encontraba Paz, mientas la felicitaban llegó su esposo, Fermín. Ella al notar su rostro se preocupó y fue ahí cuando le dijeron que su hija había desaparecido. Salió como pudo para ir a los cuneros y ver que estuviera bien pero desafortunadamente no era así, si se habían llevado a su bebé.

(....)

—Me alegra mucho que ya tengas a tu hija. Nada me gustaría más que poder estar allá para tenerla en mis brazos–habló Arlette del otro lado del teléfono.

—Ya habrá momento para que la veas bien. Ahora enfocate en lo que Elías quiere, así regresas más rápido–en lo que estaba hablando levantó la mirada y vio a su hermano entrar con una bebé en brazos, cortó la llamada sin decir nada para acercarse a su nueva hija.

El Privilegio De Amar | El Amor No Tiene Receta (Mauro x Arlette) [PAUSADA]Where stories live. Discover now