La noche empezaba a caer sobre la tripulación. Los rayos de luz se filtraban tras unas nubes rosadas dando una sensación de serenidad, y un mar en calma rodeaba el barco meciéndolo con suavidad. Por todos lados se respiraba una tranquilidad que hacía tiempo no era habitual por esos mares. Era el escenario perfecto tras una dura batalla, en la que por fin reinaba la paz.
Sin embargo, dentro del navío la situación era absolutamente diferente: gritos y festejos llegaban desde la proa del barco abarcando todos los rincones con música y distintos canturreos de los ocupantes. En su exterior, nuestros estimados piratas celebraban su más reciente victoria contra los tiranos, que hacía tiempo atrás se habían apoderado de aquella modesta isla situada en la zona sur del mundo. La que antaño había sido una isla soleada y la mayor productora de pan del mundo, había quedado reducida a una isla sombría y lúgubre debido a los malos tratos recibidos por el capitán Smith y su tripulación. En cambio, ahora la isla volvía a recuperar su color dorado gracias a la tripulación Zafiro.
Su capitán, Karil, danzaba alrededor de la pequeña fogata producida gracias a la estrella ingerida por Kieran tiempo atrás, que le otorgaba el poder de controlar el fuego a su antojo, y él mismo ser el propio elemento. Karil disfrutaba engullendo la carne como si no hubiera un mañana, sin saborear prácticamente la comida y pensando en cuál sería la próxima cosa que se llevaría a la boca. Mientras tanto, Sully se dejaba la vida preparando todo tipo de manjares para que la hambrienta tripulación pudiera seguir comiendo.
Nari contemplaba con nostalgia a toda la embarcación, hacía tiempo que los ocho no disfrutaban de veladas como aquella, centrados únicamente en salvar el pellejo ante cada peligro al que se enfrentaba, que últimamente era lo habitual en cada viaje. Zafiro se había vuelto cada vez más conocido en el mundo debido a las excepcionales habilidades de cada uno de sus componentes, de manera que se habían convertido en una amenaza para el gobierno mundial, dispuesto a aniquilar a cualquier pirata que osara rebelarse contra ellos. Y de alguna forma, para bien o para mal, Karil y todos sus navegantes se metían en todos los líos posibles en cada una de sus aventuras, así que todos contaban con recompensas enormes por sus cabezas.
La cosa es, que no parecía importarles a ninguno de ellos los asuntos que el gobierno pudiera tener contra ellos, únicamente se centraban en su cometido: navegar por todos los mares con el objetivo de hacer rey de los piratas a su capitán.
- Oh, Karil, ¿has visto a Kieran? Llevo un rato sin verlo - Nari que había estado sonriendo de oreja a oreja todo el rato, se acercó a su capitán al ver que en todo ese alboroto, faltaba el hombre de fuego.
- Mmm, ¿no está? - Comentó Karil dejando de comer por un segundo, pero sin mostrar mucha preocupación.
- Se me hace raro que no esté, normalmente es el primero en estar engullendo contigo.-
- No te preocupes, seguro que está en el mástil de proa durmiendo - Karil sonrío de lado a lado y soltó su risa característica. En ese momento, Nari supo que la conversación no iba a llegar a más, por lo que empezó ella sola la búsqueda.
Efectivamente, tal y como Karil había señalado, Kieran estaba en el mástil de proa apoyado en la cubierta con la cabeza escondida entre los brazos.
- Cielos, otra vez durmiendo este chico...tal vez, esté agotado por la pelea.- Pensó Nari acercándose sigilosamente mientras lo observaba desde la lejanía.
En un par de pasos la chica ya se encontraba frente al joven, pero este no parecía notarla, inmerso probablemente en un profundo sueño. Viendo que Kieran no parecía reaccionar, Nari se sentó a su lado, muy próxima a él. Una de las ventajas de que el cuerpo de Kieran fuera como el fuego, era que siempre producía un agradable calor a su alrededor, por lo que era inevitable no acercarse a él.
BẠN ĐANG ĐỌC
Fragmentos
Viễn tưởngEsta obra contiene una serie de relatos breves que escribo por pura afición. En su mayoría serán textos relacionados con la fantasía, pero también habrá cabida para el amor o ciertos contextos con pinceladas más oscuras.
