En Las Manos De La Bestia [+18] |Terminada|

capitulo 62- Furioso

Sɪ ᴏ̨ᴜɪᴇʀᴇs ᴀʀᴄᴏ ɪʀɪs ᴅᴇʙᴇs
sᴏᴘᴏʀᴛᴀʀ ʟᴀ ʟʟᴜᴠɪᴀ.

…⁠ᘛ⁠⁐̤

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Raymond Miller
[                                              ]

Sabía que tan solo un movimiento mío, Nikolay no dudaría en disparar a la conejita, y era menos lo que quería, pero sabía que si aceptaba intercambiar a su amiga con ella, todo entre nosotros se desmoronaría. 

Tampoco podría entrar en una guerra con Nikolay en ese puto baño, porque sabía con claridad que ella saldría lastimada, y no podría arriesgarme. De solo pensar que puedo perderla, me aterra. 

— Conejita. — La alejo limpiando sus lágrimas.

— Ray. 

— No te preocupes, los he mandado seguir —besó su mejilla. — Jessica, te llevará a casa, te prometo que traeré a tu amiga sana y salva. — Me mira sollozando. 

— ¿Me lo prometes? 

— Te lo prometo — Justo aparece Jessica.

— ¿Qué pasó? — preguntó confundida, mirando todos lados, seguramente buscando a esa chica.

— ¿Qué paso? Ese hijo de puta de Nikolay. — Respiro profundamente — Lleva Khristeen a la casa, tengo algo que hacer. — Suelto a la conejita, no sin antes de plantar un beso en su frente. 

— Raymond. — Jessica me llama, pero simplemente me voy, porque en ese momento tengo algo más importante que hacer. 

Subo el auto que me estaba esperando afuera. Quien venía conduciendo era Luka, que llegó aquí tras mi llamada hace apenas unos minutos, ordenando que siguieran al imbécil de Nikolay, tras hackear dónde se dirige.

Arranca con toda velocidad, sobrepasando a cualquier auto que estuviera en su camino. 

Luka frena, por el camino que está bloqueado, con cuatro autos rodeando a Nikolay, y al parecer había terminado de chocar con uno de los vehículos que había mandado seguirlo.

Había logrado detenerlo, tal como ordené, ya sea vivo o muerto. 

Salí del vehículo para dirigirme a su vehículo, abriendo la puerta de coche, donde él se encontraba sujetándolo de la ropa del cuello, y lo sacó a rastras. 

— Scemo.  — Al tenerlo de frente le meto un puñetazo y antes de que haga algún movimiento estrelle su cabeza contra el vidrio del auto para apuntarlo en la cabeza — Quién perras te crees que para amenazar a mi esposa.