Anillos y sombras: El heredero de las tinieblas

Capítulo 1

     -Tendrás que golpear más fuerte si quieres que recoja la basura de tu hermano - Dijo Lash mientras intentaba recomponerse de la patada que acababa de recibir.

    -Tú cállate y recoge, o pasarás otra vez la noche con el Rix - Le decía su primo Rooney refiriéndose al curandero de su padre. Actuaba con esa pose de superioridad que le otorgaba medir casi 15 centímetros más que Lash. Ciertamente, aún era pequeño para un Terrano adulto, pero a su edad ya demostraba que cuando creciera sería de los más altos de su promoción.

     -Dale más fuerte hasta que aprenda a obedecer - animaba como siempre desde atrás su otro primo, Ribbon, que siempre se escudaba detrás de Rooney. Era más pequeño y menudo y seguía siendo más pequeño que Lash.

    -Además, tú no deberías meterte. Esto es entre él y yo - Dijo Lash mientras dirigía la mirada a Ribbon.

    -La familia debe protegerse entre ellos - Dijo Rooney mientras cogía el mango de una azada que se habría roto y había sido abandonada allí por algún jardinero del castillo.

     -Yo también soy vuestra familia...- Dijo Lash para sí mientras esquivaba el primer golpe de Rooney y chocaba contra el muro del castillo que le recordaba que estaba allí encerrado por orden de su tío y no había manera de salir. Apenas conocía la ciudad y mucho menos el enorme país que era Terraria, no sabía nada del mundo exterior, pues le habían privado de ello desde que tenia memoria.

     La pelea continuaba y la visión de Rooney cargando una patada le hizo volver a ella. Rápidamente y con un giro veloz, antes de que su adversario le lanzara aquel golpe que de seguro le dejaría tirado en el suelo, salió corriendo por el inmenso jardín. No sería demasiado fuerte, pero era bastante ágil. Comenzó a correr por los jardines seguido por los dos hermanos. Cruzó todo el jardín mientras los hermanos gritaban a sus espaldas, pero el camino acababa en la verja trasera que, por desgracia, ya habían cerrado. Solo tenía una opción ahora: debería saltar y correr por encima del muro. Sí, ese parecía un buen plan.

     Como siempre, el problema era que los planes de Lash no siempre salían bien. Cuando se agarró a la verja para subir y escalar, se resbaló. Había llovido hace poco y algo de óxido, junto al poco moho que se había formado, fue suficiente para hacer resbaladiza la verja. Esos segundos mientras volvía a agarrarse e intentaba escalar fueron suficientes para que Rooney lo agarrara del pie y tirara de él hasta hacerlo caer. Los hermanos retrocedieron mientras Lash caía al suelo de culo.

     -Tú no eres nada para nosotros - dijo Rooney cuando levantó el palo que estaba usando como arma-. Y ya no tienes dónde huir. Cierto, a Lash no le quedaba más remedio que enfrentarse a ellos. Pero sabía que no podía hacer nada...

     -¡ALTO! - una voz vieja y seca que avanzaba con apuro pero lentamente debido a su avanzada edad. Lash reconoció al momento esa voz. Era Hidaj, el más antiguo de los mayordomos, por lo que le había contado un antiguo soldado de un país vecino. Poco hacía ya pensar que ese hombre mayor, con la cabeza gacha y la espalda doblada, fuera en algún momento un soldado de élite como él contaba. Caminaba apoyado sobre un bastón que siempre llevaba consigo; quizás algún recuerdo antiguo, era de un lacado brillante y lo que debería ser el mango lo coronaba un tetraedro cuya punta final dejaba ver una joya de color rojo, parecido al rubí pero mucho más rojo y vivo; casi parecía que se moviera dependiendo de cómo la luz alcanzara aquel bastón. Al acercarse, miró a Lash de arriba abajo y luego se dirigió a los hermanos.

     -Ya os ganasteis una reprimenda por dejarle secuelas la última vez. Deberíais aprender a imponeros sin causar tanto daño. Esas son las enseñanzas de vuestro padre. - Cambió su foco hacia Lash y le dijo con un tono mucho menos conciliador - Vete de aquí ahora, antes de que cambie de idea sobre cómo deben educarte tus primos.