Pherohudtunia (Harry Styles)

Nueve

Nueve

No tenía la mas remota idea sobre que era exactamente lo que sentía en estos momentos.

Entusiasmo quizás.

Me encontraba puntual en la misma banca , en el mismo lugar donde indicó Harry que nos encontraríamos. Eran exactamente las seis de la mañana y no podía parar de mover mi cuerpo sobre el metal frío.

Las palabras de Harry en esa carta atacan mi mente mientras espero por su presencia. Él en serio me observa.

No entiendo el por que de su temor , era solo una reunión , nada loco como una fiesta , ¿Que tan malo puede ser ir a una reunión? Esas personas parecían inofensivas y muy amables. Nada de malas personas en aquel lugar.

De todos modos , ¿Acaso el sabía algo que yo no? ¿Él los conoce?

Joder. ¿Como puedo ser tan tonta?

¿Será posible que Harry y yo estuvimos bajo el mismo techo anoche? ¿Por eso sus advertencias? Nada más imaginar que él estuvo a solo unos centímetros de mi provoca que un escalofrío descienda por mi espina dorsal y quizás solo un poco de rencor se instale en mis venas. Comienza a molestarme un poco nuestra manera de comunicación y entonces la inseguridad me abarca como la primera vez.

¿Y si todo esto es solo un juego?

-Otra vez por aquí , que casualidad.

Mi corazón se detiene y una sonrisa se apodera de mis labios al escuchar su voz a mis espaldas. ¿Podrá ser él?

Sacudo mi cabeza y al voltearme mi rostro cae. No sé si sentir decepción o emoción.

-¿Harry? Pero tu eres...Heller...

Mi voz rápidamente se quiebra y las lágrimas se instalan en mis ojos. Una desagradable presión en mi anatomía me hace retroceder. No es que él no me agrade pero , ¿Como pudo hacer esto? ¿Como pudo estar a mi alrededor y mentirme? Eso es horrible.

-¿Harry? ¿Que? Yo...yo no soy...Harry.

Sus mirada cubierta por esas gafas de sol como siempre , se encuentra con la mía y sus labios me muestran una media sonrisa.

Entonces siento el caliente en todo mi rostro. ¡Maldición! Esto es realmente vergonzoso y quizás un poco doloroso. Debo admitir que aunque me doliera un poco la posibilidad de que si el fuera Harry y me hubiera mentido , también hubiera sido agradable que él fuera Harry , digamos que Heller es muy agradable y un poco atractivo.

-Lo siento , yo...

-No importa , ¿Que haces por aquí tan temprano?

Una risa un tanto infantil se escapa de mis labios y en instantes nuevamente el calor de la vergüenza ataca mi rostro.

¿Que demonios sucede conmigo? Hace unos segundos atrás pensaba que es atractivo y ahora ¿Me sonrojo?

Joder. Solo espero que Harry no esté observándome ahora mismo.

-Espero a un amigo pero creo que me a dejado plantada. - Encojo mis hombros restándole importancia y él frunce su cejas.

Desvío mi mirada al reloj en mi muñeca y suspiro desilusionada. Quizás en serio él me a dejado plantada. Espero que no pero el reloj no miente. Son las seis con veinte minutos. Quizás no le gusto tanto como él dice.

-Quizás es muy tímido.

Pongo los ojos en blanco ante su comentario y él ríe mientras toma asiento a mi lado con libertad. Me dedico a darle una rápida mirada. Lleva puesta la misma ropa de hacer ejercicios. Detengo mi mirada en su cabello ahora sujetado en un moño.

-Él me envía cartas todo el tiempo. - Comienzo a hablar , necesitaba sacar todo esto , no tengo amigos y no confío en mi familia , ellos insistirían en que abandone la universidad si les comento lo más mínimo sobre Harry y sus cartas.

-¿Y te gusta?

Sonrío y juego con mi labio inferior entre mis dientes. Digamos que no soy una chica que se considera bonita. Soy demasiado quisquillosa.

Joder. Esa no era la pregunta. ¿Me gustan esas cartas que Harry envía?

Recuerdo la primera carta , tenía mucho miedo. Temía a ser la burla de todos ,estaba tan confundida , sus palabras parecían tan reales , o debo decir , parecen tan reales , se me es imposible en algunos momentos creer que puede existir un hombre tan delicado , gentil , atento y dulce. Es realmente increíble.

-Si. -Confieso pero la sorpresa en su rostro me hace verme obligada a continuar. -Me gustan sus cartas. - corrijo con una sonrisa forzada.

El miedo a ser juzgada. Maldita sea. Odio ser tan insegura. Odio tener que preocuparme por lo que los demás piensen sobre mis decisiones o mis gustos.

-Oh , eso es...- Carraspea su garganta y se pone de pie luego de estirar sus brazos. Una sonrisa que te roba el aliento se dibuja en sus carnosos labios y yo le devuelvo el gesto , al menos eso creo. Debo estar haciendo el ridículo ahora mismo. Mi sonrisa es horrible. -¡Genial! - exclama luego de unos segundos y yo asiento levemente con mi cabeza insegura.

-Si , eso creo. - Susurro.

El silencio nos rodea , el molesto silencio. ¿Que demonios se supone que debo decir ahora? ¿Debería despedirme? ¡Oh , por Dios! Eso sería de muy mal gusto , pensará que quiero librarme de su muy agradable compañía.

-Debo irme , fue un gusto hablar contigo , Cher.

Mi corazón se encoge en el momento que él inclina todo su enorme cuerpo hacia el mío y me envuelve en un abrazo.

Aprecio el momento. Cierro mis ojos y disfruto de su exquisito aroma tan masculino. Su cuerpo es muy enorme así de cerca.

El fastidio y inquietud se apodera de mi cuando él toma distancia nuevamente. Creo que ese a sido el mejor abrazo en mi vida.

¡Dios! Debo parecer una tonta ahora mismo. Él sonríe por última vez antes de voltearse y comenzar a caminar. Respiro hondo y observo en la manera que mueve sus piernas con cierta confianza , en la manera que su cabeza siempre va en alto y nunca viendo a sus pies.

Quisiera ser tan segura de mi misma , justo así como él.

Disgustada desvío mi mirada a el reloj en mi muñeca y luego a mi alrededor. Son las seis con cuarenta minutos y Harry nunca llegó.

Oficialmente plantada.

Agarro entre mis dientes mi labio inferior y me dedico a regresar como toda una perdedora a mi dormitorio.

No puedo creer que él realmente me haya hecho esto. Quisiera pensar que quizás tuvo algún problema y no pudo llegar pero una pequeña voz en el fondo de mi cabeza me grita que soy una ingenua.

Detengo mis pies delante de la puerta de mi dormitorio y observo hacia el suelo perpleja.

Oh , por Dios.

¿Podrá ser?

Sin pensarlo me pongo en mis rodillas y agarro en mis manos el ramo de rosas blancas junto a una pequeña nota.

"Lo siento. No estoy listo.

Te quiero Cher"