—¿Y la pequeña Cathy, cómo esta? Aunque ya no tan pequeña, mírate eras una niñita cuando venias de visita con tu hermano.

—Corrección aun sigo siendo pequeña, una pequeña divertida, su hijo a veces es insoportable, gracias a mi es genial señora Helena. —Esbozo una sonrisa gatuna y se llevo a la boca una galletita, me quede boqui abierto a lo que había dicho esa minion, mi madre soltó una risa entre dientes. la mujer de mediana edad y otras mucamas colocaron platillos diversos en el comedor, sin mas dijeron provecho y se marcharon.

Decir que estaba hambriento era muy poco, se me estaba haciendo agua la boca al ver tanta belleza culinaria, esperando a que alguien tomara una porción, mi madre solo nos observaba con mucha alegría, tome una porción de una ensalada que se veía deliciosa, un bistec jugoso inundaba mis fosas nasales, las mesas puestas con manteles blancos y vajilla de cristal. Encima de la mesa hay una Botella de vino, para disfrutar de una buena copa, el ambiente, era tan familiar relajante, de fondo se escuchaba música clásica, la tarde caían lentamente, las velas de los candelabros iluminaban el comedor dando un tono dorado, hacía tiempo que no disfrutaba de una cena en familia, y la satisfacción de mis padres tan increíble al tener todo esto, me dejaba sin habla.

Concluyendo el delicioso almuerzo, mi padre me llamo con su voz autoritaria, invitándome a pasar a su despacho, había llegado el momento de saber tantos secretos que mi familia podría estar ocultándome, entramos a su despacho, tan y como me lo imaginaba, mi padre ya no era el mismo hombre de antes, este nuevo el era sofisticado, mas frio de lo normal, elegante, y tan misterioso. Su oficina moderna, encima del escritorio un portafolio de cuero negro debajo de, el papel dispersado, a un lado un pisapapeles triangular de zafiro pereciera que antes de que llegáramos estaba desesperado buscando algo, bueno el si no hablaría, yo lo haría y sin rodeos iré directo al grano.

—¿De dónde se conocen Bill Swan y tu padre? —Exigí, frunciendo el ceño y tensando mi mandíbula, mi padre solo esbozo una sonrisa de lado—.

—Jake, Jake... No se de que me estas hablando, tan frio como siempre hee.

—Déjate de rodeos padre, y no me creas estúpido, ¿de dónde carajos has sacado todo esto?, hace unos años estabas en bancarrota, y ahora resulta que tienes una maldita misión, y demasiados guaduras, ¿crees que no me percate?

—Madura Jake, esto que vez lo he conseguido con demasiado trabajo y la nueva

granja y producción del campo estoy sacando mucho provecho. ¿O dirás que no acabas de ver los campos y la granja a las afueras?

—Yo no me trago el cuento de campesino arduo padre, y si estas escondiendo algo no te durara muy poco el gusto. Y no sé que carajos se traigan entre manos tu y mi madre con mi novia, no digan que no he notado que la ven como si fuera una cualquiera, ella es una gran persona, de valores y será mi futura esposa, así que váyanse haciendo a la idea, sin más que decir me di media vuelta, dejando a mi padre con el ceño fruncido, sintiendo su mirada clavada en mí.

Al llegar a la sala mi madre y las chicas ya no estaban, escuche unas risitas en una de las habitaciones a arriba, pareciera la risa de mi madre, subí y toque la puerta.

—¡Madre están todas allí! —exclame parado frente a la puerta—.

—¡Sii, cariño, estamos probando unos vestidos a las chicas, no vayas a entrar pillín!

—¡Saldré un momento al jardín ya regreso!

Me despedí y camine hacia la salida, cuando escuche unas pisadas a toda prisa corriendo hacia mí, sus tan cálidos bracitos me rodearon y hundió su cara en mi espalda, esbocé una sonrisa estúpida.

—¿A dónde cree que va sin mi señor Cold?

—¿No puedo dar un simple paseo por el jardín? —Musite, cerca de su oído, dejando un leve mordisco en su lóbulo.

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⏰ Última actualización: Mar 18 ⏰

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