Capítulo# 9

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«...Tenía ganas de llorar pero las lágrimas nunca salieron.
Era esa clase de tristeza, de tristeza enfermiza,
esa en la que no te puedes sentir peor».
- Charles Bukowski

Desperté con un dolor de cabeza insoportable y sin mi blusa. Un charco de sangre a mi lado provenía de uno de mis costados, donde se encontraba incrustado un trozo de vidrio. Seguro que esa rata cree que estoy muerta. Sin esperar a que venga alguien, corro hacia la entrada de la casa, donde la puerta principal está abierta. Sin pensarlo más, salgo corriendo hacia afuera rápidamente.

Me apresuro como puedo hacia donde se encuentran Jones, Trevor y Dina. Hoy el entrenamiento sería con el tal Halcón Negro y un amigo suyo. Algunas personas me miran preocupadas, otras ni siquiera dirigen la mirada hacia mí. Voy dejando rastros de sangre por donde paso, la vista se me va nublando cada vez más, y el vidrio sigue incrustado en uno de mis costados. Solo llevo el sostén y los moretones se hacen más evidentes a la luz del día.

El camino se me ha hecho más largo de lo que pensé. Ya no voy corriendo, sino que doy tropezones con cada paso. Estoy cerca del edificio de Jones, y las personas que me encuentro me miran con cierta confusión, pero ninguno hace nada. Soy consciente de que he perdido muchísima sangre; no siento las piernas y los brazos están entumecidos. A lo lejos veo el edificio y apuro el paso. Hay una motocicleta estacionada afuera, pero no es la de Dina; debe haber llegado ya el tal Ian. Sin pensarlo más, sigo andando sin fuerzas.

~ELIAN~

Con determinación, me adentro. Al llegar, estaban todos presentes: Enrique, Dina, Trevor y Jones.

-Halcón- me llama Jones, visiblemente preocupado.

Observo a mi alrededor y no veo a ninguna chica nueva. Ya debería estar aquí.

-¿Se puede saber dónde está la supuesta chica nueva?- exclamé con fastidio, molesto por estar perdiendo el tiempo.

-Seguro que está por llegar- dice Trevor con cara de preocupación.

Todos parecen asustados por mi presencia, excepto Enrique, que me conoce mejor y solo frunce el ceño. Espero un poco más, pero esta mujer no parece estar llegando, así que decido irme.

-Me largo

-No, Elian- exclama Jones nervioso, llamándome por mi nombre y captando toda mi atención, ya que rara vez lo hace- esa chica es importante, no es cualquier chica.

Enrique y yo nos miramos instintivamente, intercambiando una mirada de confusión. Decido quedarme, ya que debe ser muy importante para esperar.

-Está bien

Después de varios minutos, cuando siento que me van a crecer raíces y flores en el pelo, escucho un ruido en la entrada.

-¿Qué fue eso?

Nadie responde; todos se quedan inmóviles al ver quién entra y cómo lo hace. Es como si me hubieran apuñalado en el estómago al ver a la chica entrar, y no cualquier chica, sino mi chica.

María, mi Mar, es ella. La han destrozado por completo; tiene sangre por todas partes y un vidrio clavado en su costado. Su mirada se encuentra con la mía, y es como si mi mundo se desmoronara en cuestión de minutos. Un déjà vu pasa por mi cabeza. En un jadeo asustado doy dos pasos hacia adelante, momento en el que todos despiertan del shock y me miran, mostrando en sus rostros el desconcierto por verme tan afectado por lo que estoy presenciando.

-¿Elian?

Y eso es todo. Se desmorona por completo, llamándome por mi nombre con su voz lastimera y a punto de desmayarse por no poder más.

-¡MAR!- grito y corro hacia ella, atrapándola antes de que caiga de rodillas, cayendo yo junto con ella.

-¿Qué pasó?- pregunta Dina, llegando preocupada.

-Oh, Dios, esto es culpa mía- exclama Jones, llevándose la mano al pecho, mientras su hijo lo ayuda.

-Ella es María, ¿verdad, Elian? ¿Tu chica? - escucho decir a Enrique.

Me van a volver loco si no dejan de hablar y comienzan a ayudar.

-¡DEJEN DE HABLAR! ¡Ayúdenme! - grito, y todos se quedan paralizados- ¡Es mi chica, idiotas!

Dina me observa con sorpresa, y rápidamente todos se unen para trasladarla a la habitación de Trevor. Jones llama a un médico, quien llega al instante.

-Ahora está estable, pero...- El médico, que ya nos estaba explicando la situación, titubea al no saber cómo continuar.

-¿Qué ocurrió, doctor?- preguntó Jones con la voz entrecortada.

Tanto él como su hijo lucían visiblemente angustiados, como si intuyeran algo que nosotros no.

-La joven ha sido víctima de una violencia extrema- respondió el médico con solemnidad.

Un silencio sepulcral se apoderó de todos, mientras nos mirábamos mutuamente en busca de respuestas. Enrique me observaba con temor reflejado en sus ojos.

-Según lo que hemos podido determinar, la joven fue sometida a una agresión en la que opuso resistencia y recibió un golpe en la cabeza. Lamentablemente, como consecuencia...- El médico no pudo terminar su frase, pero su expresión lo decía todo.

-Fue agredida sexualmente mientras estaba inconsciente-Dina concluyó con voz entrecortada

El médico asintió en confirmación.

Jones y Trevor se sumieron en llanto, pronunciando palabras entrecortadas y sin sentido. Mientras tanto, yo permanecí inmóvil, como si estuviera petrificado en el lugar. Era como si la historia se repitiera, pero esta vez Mar estaba viva, y eso al menos me reconfortó.

Jones y Trevor se dirigieron a su oficina, y yo los seguí decidido a descubrir qué era lo que ocultaban. Algo me decía que el encuentro de Trevor con ella en la calle no fue una mera casualidad, ya que él no acostumbraba entablar conversaciones con chicas al azar. Tenía la firme convicción de que me estaban mintiendo.

Al entrar, ambos se sumieron en un repentino silencio. Cerré la puerta tras de mí y los observé con gesto adusto.

-¡Exijo que me digan la verdad!- proferí con firmeza.

-Es la hija de Isaac, Elian- exclamó Jones entre sollozos.

La sorpresa me abrumó tanto que caí de rodillas, con la vista empañada por las lágrimas.

-¿Él está vivo?- pregunté con un atisbo de esperanza.

-Sí- sonrió. -Claro que mi hermano está vivo.




"Callejon oscuro" 1. (Completa)✔️Where stories live. Discover now