CAPITULO 7

91 16 3
                                    


Navier se sentó en la sala de conferencias, rodeada de funcionarios y consejeros que discutían acaloradamente los preparativos para las celebraciones de Año Nuevo. La atmósfera estaba cargada de tensión y expectativa, ya que el evento anual era una de las ocasiones más importantes en el calendario del imperio.

Después de varias horas de intensas negociaciones y planificación, Navier comenzó a sentirse agotada. El constante flujo de conversaciones y decisiones la estaba dejando mentalmente exhausta, y ansiaba un breve descanso para recargar energías.

Finalmente, Navier decidió que necesitaba un respiro. Se puso de pie con determinación, anunciando brevemente que tomaría un descanso en el jardín para despejar su mente. Artina, la subcomandante de los caballeros asintió con comprensión y se ofreció a acompañarla, mientras que Laura y otras damas de compañía se prepararon para seguir su ejemplo.

Juntas, salieron de la abarrotada sala de conferencias y se dirigieron hacia el jardín del palacio. El aire fresco y el suave susurro de las hojas de los árboles ofrecían un contraste tranquilizador con el bullicio y la tensión de la sala.

Navier se permitió exhalar un suspiro de alivio mientras se sumergía en la serenidad del entorno.

— Ah, esto es mucho mejor. El aire fresco es revitalizante.

—Es fácil olvidar la belleza que nos rodea cuando estamos atrapados en medio de discusiones interminables. — Dijo Laura.

— Estoy de acuerdo. A veces necesitamos detenernos y apreciar las pequeñas cosas. —Dijo una dama de compañía random. 👍

Artina y las damas de compañía se mantuvieron cerca, ofreciendo su apoyo silencioso mientras Navier caminaba por los senderos ajardinados. Se detuvieron ocasionalmente para admirar la belleza de las flores en floración y escuchar el canto de los pájaros que revoloteaban entre los árboles. Con cada paso, Navier sentía cómo la tensión en sus hombros comenzaba a disiparse, reemplazada por una sensación de calma y claridad mental.

Mientras caminan por el jardín, Artina y las damas de compañía conversan animadamente entre ellas, pero Navier permanece en silencio, perdida en sus pensamientos.

— ¿Estás bien, Majestad?

— Sí, estoy bien. Solo estoy pensando en algunas cosas.

— ¿Se trata sobre el Emperador?

Navier volteo hacia Laura sorprendida.

— ¿Cómo lo sabes?

— Conozco sus expresiones. No necesita decir nada más, Majestad. ¿Ha habido algún progreso desde entonces?

— No exactamente. Parece que estamos en un punto muerto.

Mientras continúan caminando, los presentes notan al Emperador en la distancia, conversando con algunos funcionarios en el otro extremo del jardín. A pesar de su buena relación, este tiempo de pocas palabras entre los gobernantes del país generaban un sentimiento raro, como si algo estuviera fuera de lugar en su relación habitualmente estable.

Estos días Navier no había visto a Rasaat, ni tampoco a Sovieshu, las preparaciones de año nuevo la mantenían muy ocupada. Sin embargo, había escuchado de Laura que el profesor asignado a Rasaat lo había elogiado, pues, aprendía rápido.

♦️♦️♦️


Navier camina con determinación por los pasillos del palacio, su vestido rojo intenso ondeando suavemente con cada paso. Su mente está llena de pensamientos sobre la llegada de invitados distinguidos de los países vecinos.

Finalmente, llega a la habitación de la Rosa Blanca, observando a los presentes con una mirada tranquila pero penetrante. Algunos le devuelven la mirada con reverencia, mientras que otros parecen nerviosos bajo su escrutinio.

El ambiente está cargado de expectación y anticipación por el príncipe Heinrey debido a los numerosos rumores que circulan sobre él.

Un carruaje se detiene, la puerta se abre y un hombre comienza a salir. Su cabello rubio caía en suaves y revueltas ondas en su rostro, y sus labios se curvaban en un delicado arco. Cada movimiento que hace parece calculado y seguro, como si estuviera acostumbrado a la atención que recibe.

Una sensación de deja vu se apodera de Navier en ese momento, como si hubiera visto al príncipe antes en algún lugar, aunque está segura de que nunca se han encontrado.

El Príncipe voltea al carruaje y extiende la mano, consecutivamente alguien la toma y comienza a bajar otra persona, una mujer de cabello blanco con una belleza que destaca entre la multitud.

— ¡Abran paso para el Príncipe Heinrey y la Princesa Rashta del Reino Occidental!


♦️ CONTINUARÁ...

Capitulo un poco corto hecho solo para dejar gente con la duda 🤙 *Desaparece* 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 02 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

In Another UniverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora