capítulo 1

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Capítulo 1: Decisiones

El sol de la mañana filtraba a través de las cortinas de mi habitación

—Me senté en la cama con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho—

Contemplaba la decisión que había estado evitando durante semanas. Hoy era el día en que lo haría, dejar mi ciudad para seguir en una universidad en el extranjero.

El aroma fresco de las flores silvestres se colaba por la ventana abierta, recordándome todo lo que estaba a punto de dejar atrás. Ah, mis padres, mis amigos.

Todo parecía desvanecerse ante la perspectiva de partir.

Con un suspiro, me levanté de la cama y me vestí con ropa cómoda.

—Descendí las escaleras hacia la cocina

donde encontré a papá y a mamá preparando el desayuno.

—¿Cómo estás hoy, cariño?— preguntó mamá, con una mirada de preocupación en sus ojos—.

.—Estoy bien, mamá. Solo un poco nerviosa por todo esto. —respondí.

Papá me ofreció una taza de café caliente.


—Es natural sentirse así cuando te embarcas en una nueva aventura. Pero sabemos que estás lista para esto, Estamos orgullosos de ti —dijo papá—.

Sabía que papá estaba en lo cierto; había trabajado arduamente para llegar hasta aquí, no puedo permitirme ponerme a dudar ahora.

Con un último vistazo al lugar que había sido mi hogar durante tantos años, me puse de pie y me dirigí hacia la puerta principal. Sabía que el camino que tenía por delante estaría lleno de desafíos y sacrificios, pero también de oportunidades y crecimiento personal.

Con el corazón lleno de determinación me despedí de mi hogar y de mi familia

—Mientras papá y mamá me llevaban hacia al aeropuerto, una sensación de nostalgia y emoción mezcladas llenaba mi pecho.

—Cada vez me acercaba más a mi nuevo destino, a un mundo de posibilidades desconocidas.

Al llegar al aeropuerto, no pude evitar abrazar a mamá y a papá mientras lloraba, cuando de la nada escuche que decían el nombre de mi destino —subí al avión—y observé cómo los paisajes familiares se desdibujaban mientras el avión despejaba y cada vez se alejaba más de mi ciudad.

—Durante el trayecto, reflexioné sobre todo lo que dejaba atrás y sobre las oportunidades que me esperaban en la universidad, en el extranjero. Sabía que sería un camino difícil, pero estaba decidida a enfrentarlo con valentía y determinación.

Al final del viaje, cuando el avión bajaba, una nueva etapa de mi vida comenzaba. Con el corazón lleno de esperanza, me adentré en el desconocido, lista para enfrentar lo que el futuro tenía reservado para mí.

Al bajar del avión me encontré con un paisaje completamente diferente al que estaba acostumbrada. La arquitectura, los sonidos y los olores eran nuevos y emocionantes.

—Respiré profundamente el aire fresco—. Y me recordé a mí misma que este era el comienzo de una emocionante aventura.

Después de bajar, me dirigí hacia el departamento asignado. Al abrir la puerta, me recibió una chica sonriente y muy linda que resultó ser mi compañera de habitación, Nicol

—¡Hola! —dijo Nicol con entusiasmo—. Soy Nicol, ¿tú debes de ser mi nueva compañera de cuarto?

—Sí, soy yo. Mucho gusto, soy Michelle—respondí, devolviéndole la sonrisa.

Desde el primer momento, Nicol y yo conectamos de inmediato. Compartimos historias sobre nuestros lugares de origen, nuestros intereses académicos y nuestras expectativas para el año universitario.

—Al día siguiente, después de asistir a mis primeras clases en la universidad, regresé al departamento con una mezcla de emoción y cansancio.

Nicol aún no había llegado, así que decidí relajarme un poco antes de que ella volviera.

—Mientras preparaba una taza de té en la cocina, escuché la puerta abrirse y vi a Nicol entrar acompañada por un chico de cabello castaño con ojos verdes.

—¡Hola, Michelle! —.

—Este es Ryan, un amigo que conocí en una de mis clases. Ryan, ella es mi compañera de habitación, Michelle.

—Hola, —dijo Ryan secamente—.

Nos presentamos y comenzamos a conversar animadamente. Resultó que compartíamos algunas clases juntos. Nos contó sobre sus experiencias en la universidad hasta el momento.

—Después de pasar un rato agradable Ryan finalmente se despidió para regresar a su casa.

—Adiós Ryan.

—Adiós.

—Una vez que Ryan se fue, Nicol y yo decidimos preparar la cena juntas.

—Mientras cocinábamos, compartimos anécdotas del día y nos reímos de las experiencias que habíamos tenido en la universidad.

Después de cenar, nos dimos cuenta de que estábamos agotadas después de un día tan emocionante.

Decidimos prepararnos para ir a dormir temprano para recargar energías para el día siguiente.

Nos cepillamos los dientes y nos pusimos nuestras pijamas y nos metimos en nuestras camas.

—Buenas noches mich.

—buenas noches, nicol.

Ningún sentimiento es definitivo Where stories live. Discover now