INVISIBLE STRING

CAPÍTULO XIV: ENVIAR

—Boluda me estás jodiendo— exclamó Sabrina en tanto ambas nos encontrábamos tomando un mate en mi balcón, era viernes por la noche y acababa de salir del trabajo... aún no tomaba una decisión.

—No, estoy en la mierda Sabri

— pero espera, necesito recapitular esta mierda — dijo pensativa— Iván y vos están en algo — yo asentí— y está la gran posibilidad de que te ganes una beca y te vayas a España por mínimo dos años... —volví a asentir, mientras miraba la ciudad de Santa Fe, adornada por la fría noche de octubre— boluda que... ni yo sé que mierda, sos mi mejor amiga esto también me está matando

—Bueno, aún no decido que hacer Sabri, aquí lo tengo todo, pero... pero amo mi carrera ¿sabes? Creo que una parte de mi desea esa beca, y la otra se muere por quedarse aquí.

—Iván es el culpable de esa lucha interna ¿no?

—bueno es en quien más pienso... sé que ni siquiera somos novios, pero ha sido importante para mí este año, y lo quiero — admití — no quiero ocultarle nada, y siento que muero cada vez que lo veo, pero no soy capaz de decírselo, no quiero que crea que juego con él o que no me importa, estoy perdiendo la cabeza.

—Bueno bebé, no sé en qué estás específicamente con este chico, que, por cierto, lo veía venir, me cae bien y tu mejor amiga lo aprueba — ambas nos miramos y reímos— pero, si estás empezando algo con él, lo más correcto es que le cuentes que te está pasando, a vos no te gustaría que te ocultara cosas. Es complejo todo esto eso es obvio, pero creo que si hablas y le explicas él te entenderá... pero si le sigues ocultando esto, que si soy sincera es re importante para los dos, creo que nada habrá valido la pena.

—si le cuento querrá terminar esto

—y ese será su problema, no el tuyo ... amiga aquí sabrás si este chabón vale o no la pena, porque, aunque me duela, esta es una gran oportunidad y sé que si no la tomas te vas a arrepentir el resto de tu vida.

[Perspectiva de Spreen]

Acomodé mi silla y me cercioré de que todo estuviera en su lugar. Eran cerca de las 3 de la madrugada y acababa de terminar stream. Me sentía cansado pero feliz de al fin retomar los streams, a veces se me olvidaba lo bien que me hacía.

Apagué las luces del living, cuando en ese instante sentí que llamaban a mi puerta.

— naaa, que sorpresa más linda— exclamé al ver a Agus frente mi puerta.

—Hola, puedo pasar— soltó sin perder su tono dulce, sin embargo, me percaté enseguida que algo pasaba, ella no acostumbraba a venir a estas horas.

—Por supuesto— acepté haciendo espacio para que pasara. Antes de entrar se paró en puntitas y besó mis labios, lo que me generó cierta tranquilidad.

—Te estaba viendo por twitch— soltó dirigiéndose al sofá.

—¿lo descargaste? — pregunté emocionado

—Obvio, aún no lo entiendo del todo, pero hago el intento— exclamó regalándome una sonrisa, aun así, sabía que no estaba ahí para decirme eso.

—Agus ¿Qué pasa? — dije sin más preámbulos, sentándome a su lado. — has estado extraña esta semana ¿hice algo mal? — pregunté con miedo a una respuesta, se me apretó el estómago y me preparé para cualquier cosa.

— Vos no has hecho absolutamente nada malo — respondió con tristeza— al contrario, siento que cada día te quiero un poco más — era la primera vez que lo decía, pero debido al contexto, no supe cómo reaccionar a eso. Me quedé en silencio, porque la quería, claramente la quería, pero el pánico no me permitió responder. — Iván iré al grano — las ganas de vomitar comenzaron a surgir de inmediato, pero mantuve la compostura— esta semana me ofrecieron postular a una beca, aún no es mía, pero puede serlo.

—Pero Agus, eso es bueno ¿o no? — pregunté desconcertado

—No es en Argentina — las náuseas se mantuvieron ahí, al abismo, a punto de explotar— la beca es en España, mínimo dos años, si la obtengo me iría a finales de diciembre.

Me quedé en silencio, era obvio, no sabía que mierda decir. Acababa de decirme algo importante acerca de su futuro, y era algo extraordinario, sobre todo para una chica como ella, pero no podía ocultar mi egoísmo al sentir como mi corazón volvía a romperse. Si ella se iba, esto que aún no tenía nombre se terminaría, y eso me destruyó un poquito.

—Agus...primero yo... — respiré hondo y giré para mirarla. Se notaba angustiada, y eso me hizo sentir culpable— felicidades, sé que la beca aún no es tuya, pero estoy seguro de que no se la ofrecen a cualquiera...—el silencio volvió a invadir el apartamento, tragué saliva y continué— No ... no voy a mentirte Agus — titubeé nervioso—una parte de mí no quiere que te vayas, y siento que esto cambia mis planes con vos en todo sentido, pero... no sé cómo expresar esto... — y nuevamente un silencio nos consumió a ambos.

—Aún no postulo de todas formas — soltó tomando mi mano con delicadeza.

—¿cómo?

—Tengo hasta el lunes para enviar un formulario, que es mi postulación a la beca... aún no lo completo

—¿Por qué? — la cuestioné, es decir, estamos hablando de una beca en Europa, oportunidades así se toman de una.

—Porque no sé qué mierda hacer — explotó arrojando su cuerpo hacia atrás en el respaldo del sofá como símbolo de exasperación.

—sí, si sabes Agus

— No quiero perderte— soltó en un hilo de voz, tapando sus ojos con sus manos. Fue en ese momento en que lo entendí. Sabía que si era completamente honesto le pediría a Agus que no postulara, que se quedara en Argentina y ya, pero sabía que esa beca era la oportunidad de su vida. Tenía un nudo en mi garganta desde que dijo la palabra "España", pero tenía a la chica más increíble del mundo dudando si tomar o no la oportunidad de su vida por miedo a perderme, había estado extraña por eso, porque pensaba en nosotros y eso me hizo quererla un poco más.

—No me vas a perder Agus— dije sacando sus manos de su rostro y haciendo que me mirara. Había tristeza y frustración en su mirada — tenés que intentarlo, debes enviar la postulación...

—¿qué pasa si me la dan? ¿Qué pasará con nosotros si me voy?

—Lo averiguaremos, pero al menos déjame vivir esto con vos, no terminemos esto

—Yo no quiero terminar esto Iván, eres la única razón que hace que quiero quedarme

—Entonces no tenemos por qué hacerlo— tomé su mano y con sutileza hice que se acercara hacia mí. Ella tomó mi mano y volvió a acomodarse en el sofá — si soy honesto, por mí que te quedaras aquí conmigo, pero no me perdonaría si te pidiera algo así y no serías vos, si decides quedarte sin ni siquiera intentarlo — me miró somnolienta, y luego de breves segundos me regaló esa sonrisa que tanto me gustaba.

—Gracias Buhajeruk — agradeció tranquila, en su mirada ya no había angustia lo que me indicó que había hecho lo correcto, a pesar de que moría de miedo por dentro.

—Sos importante para mí — respondí sin soltar su mano— ¿Cuándo enviarás la postulación?

—No lo sé, pensaba en hacerlo ahora, antes que siga sobre pensando...

—dale hazlo, me gustaría estar con vos en este proceso — respondí tragando mis ganas de pedirle que no lo haga — te traigo mi notebook si gustas — ella asintió y yo corrí a mi habitación en busca de este. Lo encontré y se lo llevé.

Aguslo encendió y lo puso en sus piernas. Me senté a su lado y reposé mi espaladaen el respaldo del sofá, y Agus se recostó en mi pecho, mientras que con uno demis brazos la envolvía en un cálido abrazo. Ninguno de los dos omitió palabraalguna. Abrió su correo y entró al enlace de la postulación, rellenó cada unade las secciones, leyendo con determinación cada punto de este... hasta quefinalmente llegó al final, donde el botón "ENVIAR" relucía en todo suesplendor. Agus se quedó quieta por un momento, observando la pantalla delcomputador, sentí lo nerviosa que estaba, lo noté por como su mano temblaba...hastaque al fin lo apretó y en la pantalla apareció el mensaje "su postulaciónha sido enviada con éxito" ... por dentro me derrumbé