Eʟ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ ᴛɪᴇɴᴇ ʀᴀᴢᴏɴᴇs ᴏ̨ᴜᴇ
ʟᴀ ʀᴀᴢᴏ́ɴ ɪɢɴᴏʀᴀ.
…ᘛ⁐̤෴෴෴෴෴෴෴෴
Khristeen Diatlova
[ ]Lo que siento por él, no es simplemente un “me gustas” Es más que un me gustas, es más profundo, es sentimiento extraña y nuevo. Que no había sentido antes.
Lo mío con él, es más, es tanto que ni siquiera encuentro palabras para explicarlo, fue todo para mí, fue mi único rayo de luz que me saco de ese infierno que estaba viviendo por dos años.
— ¿Te gustaría que nos tatuáramos un eclipse algún día? — Pregunté y veo como asiente.
— Cuando quieras lo haremos. — Sus dedos rozan mis labios que acaba de besar — Pero no quiero que te lastimes, los tatuajes duelen.
— Aun así estoy dispuesta hacerlo. — Suspira antes mis palabras.
— Está bien, lo haremos cuando quieras. — Sonreí. — ¿Dónde te gusta hacerlo? — pregunta y pienso dónde se vería mejor, él ya tiene un tatuaje en el pecho izquierdo, así que no, quiero que lo hacemos en el mismo lugar del cuerpo.
— Me gustaría hacerlo en el mismo lugar que tú.
— Conejita, los tatuajes son una tinta que jamás se borra, así que piensa bien en tu decisión ¿De acuerdo?
— Ya sé, y por eso quiero hacerlo contigo, quiero tener esa tinta marcada en mi piel junto a ti, no trates de persuadirme solo porque duelen, no soy tan débil Ray.
— Lo sé. Eres muy fuerte, mi esposa es muy fuerte.
— ¿Dime qué lugar recomiendas para hacerlo? — me alejo observando su cuerpo de arriba abajo, tiene un tatuaje en el cuello que da hasta su pecho izquierdo que por lo que puedo observar parece ser unas alas. — Quiero que lo hagamos en el mismo lugar.
— Mmm. — Siento sus ojos, recorrerme de arriba abajo, acordándome que me encuentro desnuda enfrente de sus ojos.
— Eres un pervertido. — Me cercó apoyando mis manos en el borde de la tina.
— Que tal aquí. — Toma mi mano.
— ¿En la muñeca? — Asiente entrelazando nuestras manos.
BẠN ĐANG ĐỌC
En Las Manos De La Bestia [+18] |Terminada|
Lãng mạn[Terminada] fue vendida por la única persona que tenía en este mundo durante 2 años, tuvo que aguantar el cruel destino que le tocó en este mundo. Hasta que lo vió a él, a pesar no reconocer sus rasgos faciales, sabía que ese hombre el doble más gra...