cada recuerdo conduce a otro

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CAPITULO 9
Parte 2


Le disparó a Jason, luego se fue corriendo, dejando un rastro de caos y miedo a su paso. Yo intenté reaccionar, pero en ese momento sentí un dolor agudo en el pie. Me había disparado.
El impacto fue como un golpe de realidad, el dolor se propagó por mi cuerpo mientras luchaba por mantener la compostura. Jason estaba herido, yo estaba herido, y la situación parecía desesperada.
A pesar del dolor, la determinación no flaqueaba. Sabía que teníamos que buscar ayuda lo antes posible, cada segundo contaba para nuestras vidas. Aunque el miedo y la incertidumbre amenazaban con abrumarme, me aferré a la esperanza de sobrevivir y salir adelante junto a Jason.
Con cada paso tambaleante, me alejaba del lugar del tiroteo en busca de ayuda, con la certeza de que nuestra lucha aún no había terminado.

Había dejado a Jason descansar, porque aunque no le haya disparado en la cabeza, le disparó en el pecho. A mí me daba miedo, así que lo dejé acostado mientras iba a buscar ayuda.
Cada paso era un esfuerzo, el dolor en mi pie se intensificaba con cada movimiento. El miedo y la preocupación por Jason me impulsaban a seguir adelante, ignorando el dolor lo mejor que podía.
Finalmente, encontré ayuda y regresé con profesionales médicos que se ocuparon de nuestras heridas. La incertidumbre y el temor seguían presentes, pero también había un rayo de esperanza al ver a Jason siendo atendido y luchando por sobrevivir.
El camino hacia la recuperación sería largo y difícil, pero estábamos juntos en esto, enfrentando los desafíos y luchando por nuestras vidas.

Nos atendieron y nos acostaron en el mismo cuarto, pero en diferentes camillas. La preocupación seguía palpable en el ambiente mientras los médicos trabajaban para estabilizarnos y tratarnos.
Estar cerca de Jason, aunque fuera en camas separadas, era reconfortante. Nuestros ojos se encontraban de vez en cuando, compartiendo palabras de aliento y fortaleza en medio de la adversidad.
El silencio del cuarto era interrumpido por el suave zumbido de las máquinas y el murmullo de los médicos y enfermeras. Cada latido de mi corazón era un recordatorio constante de lo frágil que es la vida y de la importancia de apreciar cada momento.

Aunque estábamos heridos y vulnerables, también estábamos juntos, enfrentando los desafíos y apoyándonos mutuamente en la recuperación. La fuerza de nuestra unión era un bálsamo en medio de la adversidad, una luz de esperanza en la oscuridad de la tragedia.

A veces recordaba las palabras del papel del Proyecto World, así como las similitudes entre Masón y Jason. Las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar lentamente en mi mente mientras reflexionaba sobre lo que había pasado y las posibles conexiones entre ambos.
El Proyecto World era una sombra amenazante en mi mente, una entidad desconocida pero peligrosa que había jugado un papel en todo esto. Las palabras en el papel resonaban con un significado más profundo ahora, y la importancia de descifrar su mensaje se volvía cada vez más urgente.
Las similitudes entre Masón y Jason también eran desconcertantes. ¿Podría haber una conexión más profunda entre ellos? ¿Había algo más detrás de la fachada que habíamos visto hasta ahora?
Mis pensamientos se enredaban en un laberinto de preguntas sin respuesta, pero una cosa era clara: había más en juego de lo que parecía a simple vista, y era mi deber descubrir la verdad detrás de todo esto.

-Jason, ¿cómo te sientes?-, preguntó una enfermera a Jason.
-Bien -respondió él con voz débil pero tranquila.

-Adán, ¿cómo te sientes? -me preguntó la enfermera, girando su atención hacia mí.
-Un poco adolorido, pero estoy bien. Gracias por preguntar -contesté, tratando de mantener la calma a pesar de la situación.
La preocupación se reflejaba en los ojos de la enfermera mientras tomaba nota de nuestras respuestas. Cada palabra era un indicio de nuestro estado de salud y de nuestra recuperación en curso.
-Necesito checarles la presión y hacerles un estudio de sangre -dijo la enfermera con profesionalismo, preparándose para comenzar las evaluaciones médicas.
Asentimos en señal de entendimiento, conscientes de la importancia de estos controles para nuestra recuperación. La enfermera procedió con cuidado, tomando nuestras muestras y monitoreando nuestros signos vitales con atención.
El ambiente en la habitación se llenó de seriedad y concentración mientras la enfermera realizaba su trabajo. Sabíamos que estos análisis serían cruciales para determinar nuestra condición y los próximos pasos en nuestro tratamiento.
La esperanza de una recuperación completa nos mantenía fuertes, a pesar de los desafíos y las incertidumbres que enfrentábamos. Estábamos en buenas manos y confiábamos en el equipo médico para guiarnos hacia la sanación.
-Ahora vengo, vamos a hacerles un estudio a su sangre, y sus signos vitales están súper bien -informó la enfermera con una sonrisa tranquilizadora, indicando que nuestra condición era estable y estábamos respondiendo bien al tratamiento.

Adán: ¿Hijo De Dios, O Del Demonio? © Primer Libro [Terminado]Where stories live. Discover now