En Las Manos De La Bestia [+18] |Terminada|

Capitulo 50- Pruébame

Lᴏ ᴏ̨ᴜᴇ ɴᴏ ᴛᴇ ᴍᴀᴛᴀ,
ᴛᴇ ʜᴀᴄᴇ ᴍᴀ́s ғᴜᴇʀᴛᴇ.

…⁠ᘛ⁠⁐̤
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Khristeen Diatlova
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— ¿Que hace? Suéltame. — Ophelia Forcejea con el tipo que se niega a soltarla.

— ¡Suéltala Nikolay, ella no es Evelyn! — Grita Jessica Furiosa alejando aquel hombre de Ophelia.

Se enfrenta de las dos bloqueando el paso de ese hombre. 

— Imposible. Se parece a ella. — Susurra con la voz temblorosa, y no entiendo de lo que habla, a qué se refiere con esas palabras, y Ophelia también parece estar confundida, sin ser capaz de hablar.

— No porque se parecen significa que sea ella. Vete, sabes que a Raymond no le gustaría saber que estás aquí. — Sin embargo, a pesar de las palabras de Jessica, no parece escucharla, e intenta apartarla del camino. 

— Piensas en Raymond como si fuera tu único hermano, hermanita.  — Jadeo al ver cómo apunta Jessica con una pistola en la frente. — Apártate de mi camino. — Pronuncia con frialdad. 

— No lo haré. — Jessica sigue sin apartarse queriendo protegernos. 

— No me importará volarte la cabeza si es necesario. — hace un leve apretón sobre el gatillo y siento como mi corazón se aprieta de lo asustada que Estoy. 

No entiendo quién es ese hombre y porque está confundiendo a Ophe con ese nombre. 

— Basta. — Ophelia aparta Jessica del camino poniéndose enfrente de ese hombre tan aterrador que la apunta con el arma, esta vez a ella— Se lo diré y espero que lo grabe muy bien en esa cabeza, mi nombre es Ophelia, no Evelyn. Y espero que se vaya sin amenazar a mis dos amigas. — Observo como su cuerpo está temblando, a pesar de estar asustada tuvo la valentía de enfrentarse a ese hombre. 

— Como puedes parecerte tanto a ella con esa boca. — Se inclina hacia ella tomándola del mentón. — Tu cara puede parecerse a ella, pero tu boca arruina todo. 

— Vete. 

— Oblígame. — Aprieta el mentón de Ophelia, y me siento impotente por no poder hacer nada por ella. ¿Por qué soy tan débil? Ella no dudó enfrentarse a ese hombre para protegernos, pero yo estoy aquí temblando asustada. 

— No se lo retire de nuevo. — Sorprendida, veo como Ophelia apunta aquel, el hombre en el cuello con una arma que ni siquiera sé dónde saco, hasta que Jessica toca su bolsillo trasero. Al parecer le había sacado el arma sin que ella se diera cuenta.