Vampires ๋࣭ ⭑

Prólogo

El mejor tiempo para cazar vampiros es en la noche, son realmente abundantes en estas horas, aunque sus habilidades pueden ser más avanzadas, siendo un experto en este ámbito no puede ser tan difícil cazar uno rápidamente.

Duxo se encontraba preparando su equipo de caza, armas, municiones, botiquines en caso de emergencia y algo que nunca puede faltar, algo hecho de plata. Los vampiros son débiles ante este material, si es que en un caso crítico un ser vampirezco este apunto de beber tu sangre, este objeto hecho de aquel mineral puede salvarte la vida. Al pelinegro en varias ocasiones de su vida ha pasado por casos rigurosos, pero gracias a este objeto esencial, ha podido salvarse de esos individuos.

Con todo listo para salir al exterior, agarro su mochila y salió de su habitación bastante ansioso, hace mucho no cazaba por el toque de queda dado en el pueblo en el cual vivía debido a un accidente que le arrebato la vida a un pueblerino. Esto causó un revuelo gigante en todos los alrededores, le molesto un poco que le hayan quitado el privilegio de hacer su actividad favorita. Pero, ahora que la tenía de vuelta, no dudaría en desaprovecharla.

Bajo las escaleras de su vivienda rápidamente, al llegar a la puerta dudo de su decisión, ¿Debería de salir afuera y exponerse al peligro? O ¿Debería de cazar y pasarla bien matando vampiros? sacudió su cabeza y después salio de su hogar.

Camino por las calles alumbradas por faros del tranquilo pueblo, después de que un vampiro haya perturbado tal paz, ahora todo estan pacífico... y eso le gustaba a el ojos amatistas. Él odia a esos asquerosos seres vampirezcos, gracias a ellos quedó huérfano en su infancia y tuvo que mantenerse por sí solo ante las adversidades de la vida, esos momentos de agonía donde nadie se preocupaba por él o donde sufrió debido a los demás fueron algo que marcó su vida para siempre.

Dejando sus pensamientos de lado, llegó a su destino final. El bosque donde muchas personas habían perdido su vida a manos de aquellos sujetos, es mucho mejor contar las personas que han entrado que salido de ese lugar lleno árboles de aspecto terrorífico. Dio un gran suspiro, miró el pueblo antes de adentrarse a la arboleda, nunca podría saber si nunca volvería a regresar a su dulce vivienda.

Ese sitio era tan escalofriante, era tan irreal pensar que el había entrado a ese lugar arbolado sin miedo alguno, veía a sus alrededores en signo de alerta, estos vampiros eran muy avanzados en cuanto atrapar a una presa, no podía bajar la guardia. El viento que chocaba contra su rostro era cada vez más frío, tal vez se debía a que cada vez iba avanzando un poco más a lo profundo del bosque. Todo esta totalmente pacífico y eso es sospechoso, él sabe perfectamente que esas sanguijuelas son bastante sigilosas, mientras estaba en alerta,  se distrajo y se hizo una herida por una rama de un árbol, abrió sus ojos en signo de sorpresa y sin tardar mucho, sacó su botiquín de su bolso para curar la zona afectada.

Aun no estaba aliviado del todo, sabía que estaba siendo observado alguno de estos seres, se movió velozmente de la zona y sacó una de sus armas en caso de un ataque. Ahora se sentía preocupado y nervioso, ¿Y si esto no salía bien? ¿Y si de verdad todo esto fue una pésima idea? No lo entendía, hace mucho que cazaba vampiros ¿Por qué ahora siente que este trabajo es una mierda? Al parecer, fue un idiota al creer que matar vampiros llenaría ese vacío existencial que estaba en él.

Todo empeoro cuando siento otra presencia en el lugar, se movía bastante rápido, casi imperceptible para sus ojos, ahora debía de detectar el objetivo y darle un buen tiro para dejarlo herido y así poder matarlo de una buena vez, pero esto no sería muy fácil que digamos. Primero, para matar a un vampiro, se necesita dejarlo herido y después quemarlo con fuego, este proceso no tiene una duración definida, todo depende de como el cazador haga su tecnica.

Miraba atentamente la figura que se movía rápidamente, con toda precisión, disparo. Sin embargo esto no funcionó y ahora, gracias al ruido, sería una presa fácil para los otros, asustado, corrió del lugar con una gran velocidad, tenía más balas pero el miedo lo invadió y ahora esta en el estado en el que está, se lamento de ser tan Ingenuo de venir a ese lugar, no fue valiente como las otras ocasiones, se arrepentía de estar ahí.

Lamentablemente, las fuerzas en sus piernas se agotaron y cayó en el pasto bruscamente, algunas lágrimas recorrían sus mejillas, se sentía cansado, agotado, sin ganas de seguir allí, vio un espectro acercarsele con una sonrisa en su rostro, sabía que a los vampiros les encantaba ver sufrir a los humanos, no tienen sentimiento alguno, son un error sacado de un cuento de fantasía, ellos nunca debieron de existir. El vampiro se posiciono encima de él, aun con esa sonrisa macabra en su faz, Duxo, con su última fuerza de voluntad, sacó el objeto hecho de plata y lo impacto contra la cara del sujeto; el contrario grito del dolor y el pelinegro como pudo, se zafó de él. Corrió con la poca fuerza que le quedaba, alejándose del lugar donde probablemente, hirió al vampiro, sin embargó, ya era muy tarde...

Otros vampiros ya estaban en el lugar y estaban muy enojados, en un movimiento rápido, uno de ellos se acercó a el azabache y lo noqueo, perdió la conciencia en ese momento, al fin pudo descansar de la desesperación que lo carcomia por dentro, tal vez moriría desangrado, pero estaría feliz de dejar esa vida que lo había hecho sufrir por mucho tiempo.