𝕯𝖔𝖓'𝖙 𝕭𝖑𝖆𝖒𝖊 𝖒𝖊

13

–Hola Chicas– la chica Rosier se acercaba a nosotros, era bastante tierna cuando miras su vestimenta, un vestido blanco largo casi de verano, como si no hiciera ni un poco de frío en este castillo, también una chaqueta rosa limonada que tenía lunas grises con brillos y unas medias de lana con rayas de distintos colores como arcoiris

–Rosier– saludamos a la rubia que tenía una gran sonrisa radiante que adornadaba su rostro angelical

–Han visto a mi hermano? Necesito irme con el en el tren– mi amiga da una contestación negativa a la pregunta de la rubia, mientras agita con la cabeza para negar su respuesta

–Afortunadamente no– yo no podía mentir, Evan Rosier y yo jamás nos hemos llevado bien, la presencia del otro no nos gusta y todos saben eso

–Oh, debe estar con Barty empacando, hablando de los chicos, sabían que Reg no va a ir a casa estas fiestas? Lo castigaron por encerrar a Filch en la torre de astronomía– me aguante la risa, fue una buena idea encerrar a ese malhumorado con su igual de irritante gata

Chang me miró como si estuviera analizando algo, uniendo puntos en su mente

No era necesario decirle algo, ella ya lo sabía todo

Esto me daba más risa aún, pero solo intente actuar normal.

Cuando ella vuelva de sus pequeñas "vacaciones invernales" me obligará a que le cuente todo, hasta el más mínimo detalle.

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Regulus

Barty y Evan ordenaban alguna de sus cosas en sus maletas mientras yo estaba recostado en mi cama leyendo un libro de runas antiguas

Barty le arrojó unas playeras negras a nuestro amigo rubio, pero se las lanzó con rabia

–Te devuelvo tus malditas playeras– al castaño le llega una toalla azul en el rostro

–Y tu asquerosa toalla que no se que hace con mis cosas–Los observó y solo negué con la cabeza

–Niños dejen de pelear – dije pasando la página de mi libro

Siento que uno de ellos se sienta a los pies de mi cama

–Que crees que tus padres digan a que no irás a casa por las festividades?– Barty me miraba expectante mientras en sus manos jugaba con un pequeño peluche de osito de felpa.

Me la pensé un poco, aunque no tendría por qué pensarlo, mis padres no les gustará la idea de que este castigado por hacer una broma, más en estás fechas

Pero lo que si les gustaría que fue una broma a un Squib, por qué el celador es un squib, un hijo de magos que nació sin magia, ellos son odiados por los Puristas como mis padres

–Es difícil decirlo, creo que odiaran la idea de que me pierda las fiestas, pero amaran que allá molestado a un repugnante squib– la puerta se abre y se escucha una voz de mujer

–Te regañaria por decir eso, Pero ese maldito Celador me tiene harta– dijo la pelirroja entrando en la habitación junto a Pandora, Dorcas y Chang