En Las Manos De La Bestia [+18] |Terminada|

Capitulo 49- Visita

Tᴜs ᴍᴇᴛᴀs sᴏɴ ᴍᴀ́s ɢʀᴀɴᴅᴇs
ᴏ̨ᴜᴇ ᴛᴜs ᴍɪᴇᴅᴏs.

…⁠ᘛ⁠⁐̤

෴෴෴෴෴෴෴෴

Khristeen Diatlova.

[                                                  ]

— Muy bien ¿Lista? — Pregunta Jessica y yo asiento acostándome la camilla. 

Ya tenemos tres semanas, con lo del hipnosis y en esa semana realmente me di cuenta de que hay una gran parte desaparecida en mi memoria, pero no importa que la hipnosis no parecía ayudar, ya que siempre me despertaba con sensación de ahogo por el humo. 

Me quise rendir y quise detener esto, pero no podía permitirlo, por qué no podía hacerlo, quería descubrir la verdad, verdad que todavía no he descubierto, pero no pararé hasta hacerlo. 

Aunque es demasiado doloroso tener que ver y recordar esos recuerdos de mi pasado, peor todavía, no me puedo rendir, no así de fácil. 

— N-no puedo respirar. — Respiro agitadamente para luego escuchar como el reloj comienza a sonar abriendo los ojos de golpe.

— Toma. — Jess me pasó un vaso de agua y tomo media de esta para devolverle el vaso, haciendo la hipnosis por toda esas semanas me he estado acostumbrando, pero a pesar de eso sigue siendo difícil, pero me estoy empezando a poner ansiosa ya han pasado semanas y todavía sigo sin resultado. — ¿Viste algo antes de despertar? 

— Antes de despertar había una sombra acercándose.

— Estamos progresando. 

— Ya han pasado semanas y sigo sin así. 

— Hay que tener paciencia Khris, verás que con el tiempo todo irá mejor. — Me da una palma dita en el hombro y yo asiento. — Bien, vamos a comer, no desayunaste esta mañana.

— No tengo hambre. 

— Comerás a menos que quieras que llame a Raymond. — Me amenaza y lo ha estado haciendo durante toda la semana, así que aunque no tenía hambre tenía que comer. 

Además, no quiero molestarlo en su viaje por un simple asunto como este, y Jessica me había dicho que lo llamaría por cualquier cosa que surgiera y más si no quería comer y una vez pensado que era mentira casi lo hizo, si no le hubiera detenido a tiempo.

Tres semanas sin verlo, sin sentir su presencia y menos escuchar su voz, pensé que sería fácil acostumbrarme a su ausencia, ya que esta vez pasaría más tiempo afuera; sin embargo, han pasado tres semanas y todavía no le acostumbro que él no esté aquí.