Diez años habían pasado y el aroma de Lisa seguía siendo completamente a rosas, rosas frescas que parecían recién cortadas y perfumadas con vainilla. Al menos así lo describía Jace, quien se deleitaba con el aroma siempre que estaba con ella. La vio marcharse, dando perezosos pasos hacia el autobús y sonriéndole desde la distancia. Él le sonrió de vuelta.
Ambos estaban enamorados, perdidos el uno con el otro, y quienes los conocían de tiempo atrás los describían casi como uno mismo. Sin embargo, no estaban juntos. Parecía que estaban destinados a alejarse, a conformarse con encontrar a alguien que los hiciera sentirse bien aunque no fuera ni remotamente parecido a la conexión que existía entre ellos.
En el camino de vuelta a la normalidad en la vida de ambos, se preguntaron: ¿alguna vez tendremos un final? Evidentemente podían elegir irse y no encontrarse jamás, pero algo los unía y estaban presentes en los pensamientos del otro. Lisa se consolaba con afirmaciones del estilo "los nosotros del otro universo sí están juntos". Y Jace tenía la firme idea de reencontrarse en un futuro lejano, no en el presente.
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El límite de la eternidad
RomanceDos personas se conocieron desde la niñez y quedaron con un vínculo... ¿inquebrantable? Esta es una historia de amor, sí, otra historia de amor. Espero esta pueda aportar contemporaneidad al romance.