| Friends and something else | Drarry

V - El sueño (parte 2)

–Quédatelo.

–¿De verdad?

–Si, si, ahora guárdalo antes que cambie de opinión. – Se quejó el rubio–... Perdón– Murmuró lo último.

–Disculpa, no te escuché ¿Podrías repetirlo? –Harry si había escuchado el murmuro del contrario.

–Draco tomó aire–... Lo siento –Volvió a murmurar, ahora con las mejillas rojas.

–Ahhh... ¿Y por qué? –Dudó Harry.

–Por todo en general, la verdad ni siquiera te molestaba porque quisiera, sólo salía de la nada.

–¿Entonces no me odias? –Harry miró a Draco.

–... Estoy pensando en las opciones– Murmuró Draco, dándose vuelta para mirar al contrario, él tenía educación al momento de hablar con alguien.

–De acuerdo... Pero te recomiendo que pienses antes de inventar excusas, que Zabini se enfermó gravemente, no fue demasiado convincente– Añadió.

–Si, se me ocurrió justo en ese momento y... Espera- Draco miró a Harry– ¿Qué?

Harry no pudo aguantar más la risa, y eso provocó que el rubio se desesperara.

–¿¡Como supiste eso!? ¡Me bebí la poción multi-jugos!...¡Responde!– Chilló el rubio.

–Malfoy– El haberle dicho "malfoy" incómodo un poco a Harry– Ví a Ron y a Zabini irse a Hogsmeade.

–...

–Bueno, eso y tu forma de hablar– Agregó encogiéndose de hombros.

–¿Y como hablo, según tú?– Levantó una ceja, un tanto ofendido.

–Eres muy expresivo, te ví mientras mirabas las decoraciones y arrugabas la nariz con desaprobación– Dijo Harry con una risa- Y tu forma "elegante" de caminar.

–... Rayos.

Después de eso fue un silencio absoluto, hasta que se empezó a escuchar el ruido de estudiantes de distintos cursos y casas salir de las aulas.

Draco buscó su varita, no la encontró, y Harry tampoco tenía consigo su varita, primer error de un mago: Nunca dejes por ahí tu varita, como hicieron aquellos chicos.
Comenzaron a empujar la puerta con todas sus fuerzas, sin resultados positivos, solo cansancio. Se tomaron un corto suspiro, dieron unos pasos hacia atrás y ambos se prepararon para empujar con ganas y contaron hasta tres y se lanzaron a la puerta. Ya estaban a unos centímetros de la puerta, que ésta fue abierta por Hermione, causando que el rubio y el azabache cayeran nuevamente al suelo, esta vez, Draco cayó encima de Harry, con las narices rozándose.

–... ¿Interrumpimos algo?– Preguntó Theo al ver a su amigo.

–S-si... Quise decir, no– Draco se levantó con el rostro rojo de la vergüenza.

Harry se levantó también rojo, aunque no tanto como Draco, y este tenía una explosión de emociones dentro de su cabeza, por un lado, quería golpear a cada estudiante del Colegio, por otra parte quería chillar tan alto como sus pulmones se lo permitan ya que tuvo no sólo contacto físico, sino que también visual, y además quería tirarse desde la torre de astronomía directo al suelo por la misma razón, pero no podía hacer ninguna de aquellas opciones, que hasta ese entonces eran ideas bastante bien hechas, porque perdería su gran máscara Slytherin y su reputación. Estaba condenado.

De un momento a otro, pasó el tiempo tan rápido como una Snitch, ahora estaba de nuevo en su sala común, esta vez habían estudiantes de Slytherin. Entre ellos: El Cuarteto de Plata, estaban sentados en unos sillones bastante cómodos, comiendo algunas ranas de chocolate y alguna que otra comida que sacaron de la cocina. Conversaban del transcurso del día, nada fuera de lo común, y Draco, como de costumbre, decidió hablar de su tema favorito, si se podía decir de esa forma: «Quejarse de Potter»; Que Potter aquí, que Potter allá...