V - El sueño (parte 2)

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Los pasillos estaban solitarios como un desierto, no había la mejor señal de vida, o muerte puesto a que tampoco flotaban los fantasmas del Colegio.

No se escuchaba nada, salvó el sonido de los zapatos de un singular y extraño dúo. Ahí estaban, Draco Malfoy, príncipe de Slytherin, con miedo hacia una tonta "pesadilla", junto a Harry Potter, el niño-que-vivió, con el cabello todo empapado de un líquido raro y viscoso, caminando hacia el lavabo, la única razón por la que el rubio estaba allí, era para "vigilar" al azabache, porque según el profesor Snape: "𝘗𝘰𝘥𝘳𝘪́𝘢 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘤𝘶𝘢𝘭𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳 𝘣𝘢𝘳𝘣𝘢𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘪𝘯𝘪𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘢𝘣𝘭𝘦".

Bueno, ¿Qué se podría esperar de un adolescente que sobrevivió a un ataque de Lord Voldemort, habla Pársel, de infiltró en la Cámara Secreta y se adentró millones de veces en el bosque prohibido? Pues de todo.
Los dos muchachos caminaban en silencio, caminaron un buen rato, hasta que pasaron por un armario de escobas, nada raro, sólo que se abrió sola. Ambos estudiantes se detuvieron antes de cruzarse con la puerta.
Nadie dijo algo por al menos 10 segundos.

–Capaz que sea Peeves– Dijo Draco, sin darle la menor importancia al asunto, y tiró de la túnica al contrario para retomar el camino.

–Oye, puedo caminar sin ayuda ¿Sabías?– Dijo Harry al segundo después que el rubio haya jalado de la ropa y tomarle con disimulación, claramente fallida, de la mano.

–Si, claro que sabía, no soy idiota– Y soltó rápidamente la mano.

Pasaron por delante de la puerta, no alcanzaron ni a darse cuenta, cuando una especie de viento fuerte empujó a ambos dentro del cuarto de escobas, y casi por arte de magia (cosa que en el mundo mágico es muy probable), se cerró la puerta de un portazo, dejando dentro a Draco y Harry.

Ambos cayeron con diferencia: Draco cayó de los primeros, con elegancia y sólo se despeinó unos pocos pelos.
Y Harry, al principio resistió al empuje, luego se golpeó en una costilla, y se golpeó en algo... O alguien.

Había caído encima del Slytherin, el rubio tardó en reaccionar, "𝘓𝘢 𝘮𝘢𝘭𝘥𝘪𝘵𝘢 𝘱𝘦𝘴𝘢𝘥𝘪𝘭𝘭𝘢 𝘴𝘦 𝘩𝘪𝘻𝘰 𝘳𝘦𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥, 𝘺 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘤𝘰𝘯 𝘗𝘰𝘵𝘵𝘦𝘳 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘮𝘶𝘨𝘳𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘤𝘶𝘢𝘳𝘵𝘰... ¡𝘈𝘺 𝘥𝘦 𝘮𝘪́! 𝘛𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘢𝘭𝘪𝘳 𝘥𝘦 𝘢𝘤- ¡𝘈𝘨𝘩! ¡𝘊𝘢𝘫𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘥𝘪𝘢𝘣𝘭𝘰!... 𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢" Murmuró Draco, al darse cuenta que la "caja" no era nada más y nada menos que Harry, se ruborizó bastante, empujó al pelinegro y se levantó tan rápido como un rayo, sacudiéndose el polvo con gracia.

No dijeron nada por el próximo minuto, Harry se paró luego de haber sido empujado débilmente por Draco trató de no tener ni el más mínimo contacto físico con su enemigo, era algo complicado, era un cuarto de 3x4 metros³, bastante pequeño para dos estudiantes de 16 años con buena actividad física. Al pasar el tiempo, Draco ya no aguantaba más el olor del pelinegro, pero no era el habitual aroma a madera de escoba, sino al de la poción fallida de Neville Longbottom. Sacó de su túnica una toalla mediana tb un perfume pequeño, como los que ofrecen gratis en las tiendas, y se lo acercó al de lentes.

–¿Mh?– El azabache miró las manos ocupadas del rubio.

-¿Te vas a limpiar o no?– Replicó abruptamente el chico con las mejillas rojas de la vergüenza.

Harry tomó la toalla y el perfume– ... Gracias- Murmuró.

Draco no dijo nada, estaba intentado analizar por completo la situación.
Al terminar de limpiarse el pelo, Harry le devolvió el perfume pero el rubio de negó.

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⏰ Last updated: Feb 29 ⏰

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