El precio de un impulso...

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Narra Mattheo:
Eran cerca de las 11 PM de la noche, había terminado de hablar con mí novia cuando me llegó un mensaje.

Niccolo Govender

N: Tengo una sorpresa para ti... Ven a la cafetería del centro.

Por lo que me dijo Wendy ya podía imaginarme que era esa "sorpresa". Así que me dirigí para allá.
Al llegar agarré mí skate en manos y me dispuse a caminar hacia él, estaba parado en un columna hablando con Brando.

-Oye! Regresame mí campera- le dije serio.
Él me miró y se rió.

-Quieres tu campera? Ah?- dijo mientras se sacaba mí campera de sus hombros.
-Pues tómala- dijo para lanzármela y luego pegarme en el estómago.

Noté como Virginia y otros, se paraban de su mesa.

Niccolo me pateó y me escupió.

-Aléjate de Wendy- dijo frío.
Vi como se dio la vuelta para caminar con Brando, así que agarré mí skate y le pegué en la costilla.
Agarré mí campera y me subí al skate mientras escuchaba como tosía.

Fui a casa de Wendy y toqué timbre.
Vi que la puerta se abrió dejando ver a una hermosa chica con pijama de Kitty, pelo desordenado y ojitos cansados.

-Te desperté?- dije riendo.

-No sabía que vendrías... Me dormí en el sillón- dijo ella haciéndose a un lado para dejarme pasar.
-Estoy alucinando o esa es tu campera?- dijo ella tallando sus ojos.

-Vi a Niccolo y me lo dio- dije serio.

-Por qué siento que no fue algo pacifico?- dijo ella riéndose.

-Ya no importa preciosa, dormimos juntos?- dije con una sonrisa.

-Claro- respondió ella.

Dicho y hecho nos fuimos a dormir abrazados.

Narra Wendy:
Ya eran las 6 am y apenas me quise levantar sentí un brazo ensima mío.
Era Mattheo... Estaba con los ojos cerrados y me puse a analizarlo, sus pestañas, su nariz, sus labios, se veía tan calmado... Intenté levantarme y cuando estaba por sacar su brazo él me acerca aún más.

-No- dijo con voz ronca, con ojos cerrados y una sonrisa.

-Tengo que bañarme- le dije mientras lo abrazaba.

-Solo... Un rato más ¿si?- me dijo él acomodándose en mí pecho.

-Eres un maldito tierno- dije riendo.

-No soy tierno, soy malo- dijo riendo.

-Malo? Tú malo? Deja de engañarte- dije acariciando su cabello.

-Quisiera ir al colegio contigo pero estoy suspendido- dijo él.

-Esta bien... Iré en patineta hoy- le dije con una sonrisa.

Me levanté e hice mí rutina, me despedí de Matthy y estaba por agarrar mí patineta pero alguien me detuvo.

-No estás comiendo bien, hija- dijo mí padre.

-Que tú no me veas no quiere decir que no lo haga- dije fría.

-Sigues enojada...- dijo dejando su taza de café.

-Cómo quieres que me sienta? No los veo nunca y cuando eso pasa terminan en una maldita discusión- dije furiosa.

-Entiende, hacemos esto por ti- dijo él.

-No! Ustedes quieren separarse pero se engañan diciendo que viven juntos por mí. Separence de una vez y déjenme malditamente en paz!- dije enojada para luego salir de la casa y dirigirme a la escuela.
Iba patinando mientras fumaba y escuchaba música.
Al llegar agarré mí patineta y me dirigí a los pasillos. Lograba escuchar como murmuraban y me miraban.

Siempre fuiste tú. (Niccolo Govender)Where stories live. Discover now