~Solecito~

Encadenado (a mi)

CatNap observaba a su presa, DogDay se encontraba inconsciente y su cuerpo estaba sujeto a la fria pared de la celda, El gato púrpura imaginaba todo lo que le podría hacer al perro por su herejía, aún recordaba el como atrapó al perro.
Esa Adrenalina que recorría sus venas al cazar le hacía sentir vivo! Clavar sus dientes y garras en la piel suave y caliente, sentir el sabor metálico de la sangre en su boca, todo era un orgasmo sensorial para el, lo mejor del todo eran las súplicas, siempre encontraba divertido hacer súplicar a sus presas, darles la esperanza de que podrían negociar con el aunque obviamente nunca negociará con ningún hereje, dormir al perro con el gas fue fácil...
Pero la mejor parte de todo esto fue cuando llevo al perro con su Dios, su señor lo felicito y le permitió hacer lo que quisiera con el perro! Todo esto era muy emocionante para el!
Ahora solo tendría que esperar a que el perro se despertara para seguir con la diversión....

CatNap espero pacientemente un par de minutos hasta que el perro empezó a dar señales de conciencia, oh ahora sí que se divertiria!

Cuando DogDay se despertó lo primero que vio fue la cara sonriente de CatNap cercas de la suya, al instante el perro quiso defenderse pero las correas en sus brazos no le dejaron moverse, DogDay se empezó a hiperventilar en cuanto sintió la garra de CatNap en su abdomen.
El gato simplemente rio en voz baja, no podía esperar a que el perro suplicará! Pero eso no paso, DogDay solamente empezó a sollozar mientras lágrimas fluían de sus ojos, DogDay lloraba de resignación, el perro sabía que no había nada más que hacer y que su muerte sería dolorosa y lenta.

Para CatNap esto era algo nuevo, por lo general sus víctimas peleaban hasta la muerte o morían suplicando piedad, aún así ignoro está inquietud preparándose para torturar al perro, probablemente lo primero que haría sería sacarle las tripas, así que antes de abrirle el abdomen al CatNap miro a los ojos de DogDay buscando ese terror que amaba causar en sus presas...

Pero en vez de ese típico terror de presa y depredador vio un terror diferente, la cara de DogDay reflejaba un miedo único, su cara expresaba todo lo que sentía, en su rostro se observaba el obvio miedo de morir pero se resaltaba aún más la tristeza por su amigo felino, DogDay lloraba, más no de miedo si no de arrepentimiento.
DogDay se sentía culpable pues en la mente del pobre perro el había fracasado al no evitar que su amigo cayera en la locura y eso lo atormentaba hasta ahora.

CatNap al ver esto sintió que algo dentro de su cuerpo se apretaba dolorosamente, no reconoció que fue lo que le dolio pero fue suficientemente doloroso como para hacerle alejar su garra de DogDay...

CatNap decidio dejar esto por hoy y se retiró del lugar dejando atado al perro sollozante...

Durante el paso del día ambos critters reflexionaron sobre lo sucedido en la celda, el gato púrpura se encontraba confundido mientras vagaba por las instalaciones, no podía entender lo que había pasado ese día, ese dolor que sintió era algo nuevo y no se comparaba a cualquier otro tipo de dolor que hubiera sentido en su vida, durante su servidumbre a 1006 había experimentado diferentes tipos de dolor, mordidas, zarpazos, golpes y etc. Pero lo que sintió hoy fue unico, un dolor interno que no solo le dolió, le obligó a parar lo que estaba haciendo.
¿Sería que el perro tenía un poder que el desconocía? Quizá luego interrogue al perro sobre eso.

Mientras tanto en su celda se encontraba DogDay tratando desesperadamente de safarze de sus ataduras, forcejeaba y trataba de morder las correas para liberase pero esto no funcionaba, al parecer el gato se había asegurado de que su presa no escapara en su ausencia, DogDay estaba al borde del llanto de nuevo, el sabía que eventualmente se encontraria en las garras de CatNap pero aún así nunca pudo asimilarlo, DogDay sabia que su muerte iba a ser dolorosa, pero aún así no podía entender lo que pasó este día, el quería creer que lo que pasó con CatNap simplemente fue para prolongar su tortura...
Pero un pedazo de el quería creer lo contrario, quería creer que a pesar de todo lo que el gato ha hecho aún lo consideraba a el como un amigo...

{Un par de horas después}

DogDay se encontraba cansado, por fin se había calmado pero el sueño le empezaba a ganar, aún así el no quería dormir, tenía miedo de dormir y no volver a despertar, pronto DogDay escucho los pasos del gato púrpura, el perro trato de mantener la calma pero aún así el terror se asentaba en su cabeza mientras su pecho subía y bajaba aceleradamente, el gato estaba enfrente de el...
¿¡Con un plato de comida en la mano?! Y no, no era algún juguete o mini critter hecho pedazos, ¡Era auténtica comida! A DogDay se le hizo agua la boca, ¿¡Cómo había conseguido CatNap algo así?!

El gato puso su garra en el cuello del perro y le susurro al oído con su voz ronca y grave

~ escúchame bien perrito, no se te ocurra pelear o huir, si lo haces haré que se te rompan las cuerdas vocales de tanto que gritaras, ahora come ~

CatNap soltó las ataduras del perro, este último cayó al pizo de rodillas, el gato le extendió el plato de comida y el perro no dudo en tomarlo,
CatNap tan solo observaba como el perro comia, era obvio que este tipo de comida no se veía desde hace mucho, bueno excepto para el, su Dios 1006 tenía demasiada comida a disposición, aunque CatNap por lo general disfrutaba más de un poco de canibalismo.
DogDay comía alegremente, aún así se preguntaba dos cosas, la primera era si esto significaba que CatNap planeaba mantenerlo vivo por un poco mas, y la segunda, ¿el por qué de estos tratos? Si, el entendía que CatNap debía alimentarlo para mantenerlo consciente, pero ¿Que necesidad había en darle algo tan valioso como este tipo de comida?
Prefiero ahogar esas dudas con la comida.

CatNap sabía que esto era necesario, ¿que placer habría en torturar un ser que ya no tiene fuerzas para gritar? O al menos eso se decía a sí mismo pues secretamente estaba disfrutando del olor vainilla del perro, tenía qué ser honesto consigo mismo, el olor vainilla abundaba en las instalaciones más no en este estado tan puro, los mini DogDay olían a vainilla pero estos al ser bestias salvajes no tenían la higiene y cuidado del original DogDay, este olor tan puro a vainilla llenaba el ambiente mientras que CatNap tenía que mantenerse estoico, sin darse cuenta el gato inhalaba profundamente el aroma del perro...

Cuando el perro acabo de comer no sabia que hacer, miro hacia arriba y observo que el gato parecía estar perdido en sus pensamientos, DogDay no quería interrumpirlo por temor y por qué el gato parecía estar tranquilo, eventualmente CatNap regreso en si, con su cola rápidamente jalo a DogDay hacia el para proceder a rociarle el gas rojo directamente en la cara poniendolo a dormir, la cola de CatNap no lo dejo caer mientras lo ataba de nuevo a la pared.

Fin del primer capítulo

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