III - Capitulo 02

629 72 5
                                    

----------------------------------

Si me permitía ignorar por unos segundos el pánico que me estaba consumiendo, aquel sujeto era extremadamente hermoso. No podía tener más de veinticinco años, aunque esa barba de dos o tres días lo hacía ver como un completo alfa de posición económica. Una piel ligeramente bronceada, los labios finos y rosados, un tamaño ligeramente menor del promedio aunque estuve agradecido por eso, y un cuerpo de total Dios griego mostrándose a través de 
aquel traje negro ¿Dónde había estado escondido aquel hombre cuando estuve tomando las fotos y ¿Porque no se presentaba a los bares que yo frecuentaba? En un día normal podía 
bien desear estar bajo ese precioso cuerpo, aunque ahora no fuera un día normal.

-Disculpe.

Internamente deseo golpear a mi omega por ese estado de sumisión, me disculpé con un completo extraño por mantener la mirada conectada con la suya o por escanearlo con mis 
ojos, mejor dicho. Sabía que mi omega salía a flote debido al celo, pero él no era más que yo para que me disculpe, tampoco es como si él no hubiera estado haciendo lo mismo conmigo, 
aunque estoy completamente seguro que se debe a mi olor.

Di un par de pasos torpes hasta la entrada, rogando internamente porque el alfa se mantiene quieto en su lugar, y aunque por un segundo consideré que lo estaba logrando, antes de que 
mi cuerpo pasara por la puerta principal del baño, sintió una mano fuerte. tomar mi antebrazo, deteniendo mi andar.

De acuerdo, estaba acabado.

-¿Vas a salir así? -Escuche su voz aguda pero cargada. Mierda, mierda, mierda, el tipo estaba excitado. Sin embargo, su mirada no mostró alguna señal de que me iba a metro a un cubículo y violarme, él me mostró una sonrisa prepotente que no lo diría en voz alta pero Dios, amigo, necesito que vengas a los bares que frecuento.

-Hueles demasiado fuerte ¿Realmente piensas salir?

Cuando lo oí de nuevo, mi cabeza hizo un clic y consideró sus palabras, tenía razón ¿A quién engañaba? Definitivamente yo no regresaría a mi casa esa noche, a cada segundo el celo 
incrementaba en mí ser, mi omega pedía con urgencia atención y Afuera se encontraban millones de sujetos que con una simple mirada me tendrían restregándome contra ellos. Ahora 
consideró ¿No era mejor quedarme y permitir que este tipo me haga lo que sea que quiera hacerme antes de salir y permitir que cualquiera de los de afuera lo hiciera? Él al menos tenía una buena apariencia, afuera me arriesgaba a que me toque hasta la peor persona.

-Creo que no es una buena idea. -Dijé.

El hombre hizo más suave su agarre hasta que su mano en mi antebrazo pareció solo una leve caricia, observó sus delgados dedos sobre mi piel y mi omega gimió complacido y feliz 
con tener a un alfa tocándome, se sintió tan bien. Pasaron unos segundos en los que ninguno dijo nada, sabía que me había calmado, su dulce tacto fue una especie de arrullo y no pude 
agradecerle más, a menos ahora no parecía un ambientador de feromonas de omega asustado para toda la exposición.

Continué con la mirada sobre sus zapatos negros, se veían caros, aunque para ese momento no los observaba por interés en la marca o en donde los había comprado, lo hacía porque no podía 
mirarlo a los ojos, no me nacía mirarlo a los ojos a menos que él me lo permitiera.

Vaya, esto es tan patético.

-¿Tu nombre es? - Al fin habló, de nuevo no pude contener aquella felicidad de saber que no se iría, temía que se fuera ¿Por qué rayos temía que se fuera? Sí, porque para este segundo 
mi omega estaba más que ilusionado con disfrutar más de ese dulce tacto que me entregaba en mi brazo. Relamí mis labios, sin dejar que pasen más segundos sin hablar, podía ser de mala educación.

The Perfect Omega ☆Where stories live. Discover now