TICK TOCK ━━ harry potter

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✾ ‧₊˚ ‣ CAPÍTULO 6 🌙
━━ En donde ellos hablan 𖧧

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AVIANA PERMANECIÓ EN SU HABITACIÓN durante los siguientes días, demasiado orgullosa para permitir que alguien de la casa viera las quemaduras que tenía en las palmas de las manos. Especialmente los gemelos, pero cuando vieron los vendajes y la ausencia de Aviana en cualquier cena, parecieron saber exactamente por qué ella no bajaba.

Sirius hizo que Kreacher le llevara la comida, a veces llevándola él mismo, así como vendas y ungüentos en ocasiones. Y así, Fred y George supieron que Aviana definitivamente había intentado ingresar a la biblioteca.

El dueño de la casa suplía la falta de biblioteca para que Aviana pasara el tiempo hasta que Mundungus Fletcher le consiguiera libros en Flourish and Blotts, así como en un par de tiendas muggles.

Y Aviana estaba esperando un día otra entrega cuando Sirius entró a su habitación con las manos vacías. —¿Mundungus aún no ha llegado?

—Está en muchos problemas —Sirius parecía muy poco impresionado—. Se equivocó en un trabajo y estoy seguro de que veremos las consecuencias de eso más tarde.

—¿Más tarde? —preguntó Aviana, levantando la vista de su cuaderno de dibujos, y cuando Sirius miró vio un dibujo bastante detallado de uno de los artefactos guardados en uno de los armarios de abajo.

—Harry viene para quedarse.

—Qué encantador, supongo que para eso ha venido Dumbledore y no para anunciar que otro de mis amigos de Slytherin, cuyos padres son unos imbéciles completos, vendrá para quedarse —respondió Aviana.

—Tienes maravillosas habilidades de deducción —respondió Sirius, y Aviana se encogió de hombros, frunciendo el ceño mientras el hombre se sentaba al final de su cama—. Aviana, sólo te pido que seas amable con él.

—Lo haré. Bueno, seré cortés. Tan amable como lo soy con cualquiera de mis compañeros de clase que ya están aquí —respondió la chica Rosier, encogiéndose de hombros después de sus palabras. Sirius se esforzó por no comentar sobre los múltiples momentos en los que se dijeron cosas bastante desagradables entre Aviana, Ron y Hermione.

—Él y su primo fueron atacados por dementores, Aviana. Fue expulsado y Dumbledore se puso furioso, pero logró arreglarlo —le informó Sirius.

—Bueno, así es Potter, ¿no? Siempre se las arregla para salir de los problemas. A mi me atacan los dementores y me iría a Azkaban incluso por intentar lanzar un patronus —la chica espetó y Sirius entrecerró los ojos.

—Aviana, si te hubiera pasado lo mismo estoy seguro de que Dumbledore también habría luchado por ti. Yo me habría asegurado de ello —su voz era un poco más ronca de lo habitual y Aviana se sintió confundida.

—Ni siquiera me conoces, Sirius... y yo no te conozco. Además, tú y todos los demás en esta casa odian a los Slytherins -incluido Dumbledore-. La única persona que incluso intentaría respaldarme es Snape y parece que me mira como el bazo de tritón que Theo dejó caer en su zapato aquella vez —respondió la chica, y Sirius ahogó una carcajada. 

—Creo que estás olvidando que tengo experiencia con dementores —le dijo Sirius, una vez que logró calmarse—. No importa si los conocía o no, ningún niño debería ir a prisión por intentar protegerse.

—¿Incluso si fueran unos Slytherin mimados? Dudo que alguien lo hiciera, y sin ofender, pero creo que Dumbledore podría ser la única persona capaz de sacar a alguien como yo de ese lío, y ni siquiera Snape, respondiendo por mí, podría lograr que lo hiciera, y mucho menos a ti —la chica Rosier se encogió de hombros—. Pero ya estoy acostumbrada.

—No te preocupes —dijo Sirius, a pesar de parecer algo indiferente ante sus palabras—. Pero él te sacó de tu casa, ¿verdad? ¿Cuando tus padres desaparecieron?

—De nuevo, sin ofender, aunque esto es bastante obvio, pero preferiría estar en casa ahora mismo. No me importaría si las únicas personas allí conmigo fueran el personal, no estaría confinada en mi habitación porque todos me odian y prácticamente me quemaron la mano. Y podría haber visto a los Malfoy.

—Siempre me pregunto cómo estará la prima Narcissa. Me sorprende no haber visto al encantador Lucius en prisión —el tono de Sirius destilaba sarcasmo, pero pareció provocar una comprensión dentro de Aviana.

—Por supuesto, no fui colocada aquí al azar. Los Malfoy son demasiado cercanos a mi padre, y considerando que mi padre es un mortífago conocido, tanto como mortífagos conocidos, como tú eres su primo. Lo que significa que tengo una razón para estar aquí. Eso es simplemente fantástico —la voz de Aviana bajó a su tono monótono habitual, cuando se dio cuenta de que no había forma de que se quedara con nadie más ese verano y, de hecho, tenía conexiones con la gente de esa casa.

—Seguro lo haces —dijo Sirius, aunque no parecía muy convencido por esta teoría—. Aunque suenas absolutamente eufórica al respecto.

—Lo intento, en ocasiones —Aviana parecía complacida de sí misma mientras volvía a su dibujo.

—Todo lo que te pido es que seas cordial con él. No puedo permitir que ambos se peleen —dijo Sirius.

—Haré lo mejor que pueda -oh, ¿podría usar la lechuza de alguien pronto? Necesito escribir cartas a Blaise y Draco asegurándoles que no estoy muerta y que Zolly no ha estado enviando las cartas que recibo en la mansión con Avalar —preguntó Aviana, mientras Sirius se levantaba para dirigirse a la puerta.

—Organizaré algo para ti. Y Harry vendrá esta noche, mientras hay una reunión, así que por favor no entres en ninguna discusión antes de que termine —terminó Sirius, antes de salir y cerrar la puerta detrás de él.

—No lo haré —respondió Aviana gentilmente, cerrando su cuaderno de bocetos y acercándose al viejo escritorio polvoriento, sacando un pergamino para poder escribir a sus amigos, omitiendo todos los detalles de que se quedaría con las personas que era.

De hecho, creerían que estaba en Francia con la familia de su madre.

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