En Las Manos De La Bestia [+18] |Terminada|

capitulo 38- Culpable

Nᴏ ᴘᴜᴇᴅᴇs ᴊᴜᴢɢᴀʀ ʟᴏ ᴏ̨ᴜᴇ ᴅᴇʙᴇʀɪ́ᴀ ᴀʟᴇɢʀᴀʀ ᴀ ʟᴏs ᴅᴇᴍᴀ́s, ʏ ʟᴏs ᴅᴇᴍᴀ́s ɴᴏ ᴘᴜᴇᴅᴇɴ ᴊᴜᴢɢᴀʀ ʟᴏ ᴏ̨ᴜᴇ ᴅᴇʙᴇʀɪ́ᴀ ᴀʟᴇɢʀᴀʀᴛᴇ ᴀ ᴛɪ.

Aʟᴀɴ Cᴏʜᴇɴ

⁐̤⁠ᕐ

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Raymond Miller
[                                                ]

No podía arriesgarme en dejar la conejita salir en esa hora y más cuando todo mis hombres se encuentran en la base: Además, también falta atrapar más de lo infiltrantes que esos hijos de puta de los Smith enviaron, y dudo que no sepan que ya me case. 

Y sé muy como son ellos, no dudarían matar a la conejita, solo para tomar venganza. 

— Necesito ir. — súplica entre lágrimas mientras la tomo en la cintura, por supuesto quiero llevarla, pero tampoco me quiero arriesgar que algo malo le pase. 

— Te llevaré mañana. Mañana temprano ¿De acuerdo? 

Ella quita mis manos bruscamente y se da vuelta mirándome enojada. 

— ¡Bien, si no quieres llevarme iré sola! — Grita enojada. — ¡Puedo ir sola! — Nuevamente intenta salir de la habitación, pero la toma del brazo deteniéndola. 

— ¿Por qué te cuesta tanto esperar hasta mañana? 

— No entiende. — Su rostro mojado por las lágrimas — Es mi amiga, necesito estar con ella, no puedo esperar hasta mañana y no pienso hacerlo. — Llora y no puedo evitar sentirme mal. 

— ¿Si te llevo, dejarás de llorar? — Cuestionó y ella asiente entre lágrimas. — Bien, te llevaré. 

Nuevamente, estoy haciendo lo que ella quiere, pero verla llorar así, realmente me hace sentir mal. 

— ¿En serio? — Pregunta mientras que mi mano toma su rostro limpiando sus lágrimas. 

— Así es, así que deja de llorar, iré a ponerme un pantalón, espérame aquí. — Ella siente repetidamente mientras me dirijo al armario. 

Ya minutos después ambos salimos de la habitación, y tuve que ordenar, 4 de los ocho guardaespaldas que tenía enfrente de la mansión nos acompañará, ya que no podía arriesgarme que esos malditos nos emboscaran en el camino así que fui preparado por si algo llegará pasar. 

Apenas el chófer estaciona el auto, ella sube apresurada. 

— ¿No crees que es peligroso teniendo en cuenta que la mafia alemana está tratando de matarte? — Pregunta Jessica.