En Las Manos De La Bestia [+18] |Terminada|

capitulo 36- Quédate

Vɪᴠᴇ ᴄᴏᴍᴏ sɪ ғᴜᴇʀᴀs ᴀ ᴍᴏʀɪʀ ᴍᴀɴ̃ᴀɴᴀ. Aᴘʀᴇɴᴅᴇ ᴄᴏᴍᴏ sɪ ғᴜᴇʀᴀs ᴀ ᴠɪᴠɪʀ ᴘᴀʀᴀ sɪᴇᴍᴘʀᴇ.

Mᴀʜᴀᴛᴍᴀ Gᴀɴᴅʜɪ.

⁐̤⁠ᕐ⁠ᐷ

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Khristeen Diatlova 
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Había pasado una semana desde que él había desaparecido esa mañana, y aunque lo espere o al menos que me llamará en teléfono que me había dado, pero no lo hizo. Me había acostumbrado tanto a su presencia que lo había extrañado como nunca imagina y apenas había pasado una semana. 

Mientras que, por otro lado, Jessica me ha estado ayudando y en esa semana habíamos avanzado bastante, ella siempre supo darme la palabra correcta y siempre supo cómo apoyarme con cada cosa que me quería guardar. Claro, hubo algunos días que ya no quería hacer esto, pero recordé las palabras de ese Troll, después de todo teníamos una trato y decidí continuar con Jessica, quien sinceramente es más Increíble de lo que pensaba. 

En solo una semana ella me hizo creer que podía confiar en mí misma, y si pude hacerlo conmigo misma también puedo hacerlo con otra persona, y entonces decidí confiar en él. 

Esa tarde, después de dos horas de secciones, fue a mi habitación para dormir, ya que hace días desde que ese hombre desapareció no he podido dormir, ya que extrañadamente sentía que esa habitación estaba vacío. 

Me deja caer en la enorme cama y cerré los ojos esperando que el sueño me llegue, pero no importo cuántas horas paso, no pude dormir en las aproximadamente dos horas que lo intenté, así que decidí abrir la ventana de la habitación mirando el paisaje de afuera. 

Con el viento golpeando mi rostro, fue demasiado refrescante, no hasta que vi un auto entrar por las rejas de la mansión y supe de inmediato quién era. 

Mi corazón comenzó a latir con fuerza, e hizo lo posible para controlarme y no salir de esa habitación, ir a recibirlo. Él se había ido, así que él tenía que venir hacia mí, no yo. 

Miro como baja del auto y siento que me falta aire. 

«Maldito Troll» 

Cómo es que se ha vuelto más guapo desde que lo vi. Me muerdo los labios gritándome una y otra vez que no fuera hacia él, pero hice lo contrario saltando sobre él, apenas que abrió la puerta.