Pasó el día y los padres llegaron poco a poco en busca de los cachorros, Nat
estaba siendo cargado por Noeul mientras este recibía a los mayores.

-¡Mamá, mamá, mira lo que escribi.-

-¡Hyung me dijo cómo hacerlo! -El pequeño Fourth fue corriendo hasta los pies de su madre y le mostró una hoja de papel, tenía un dibujo y una frase Te amo mama.

-¡Hey, no te lleves todo el crédito que yo te ayude! -Yin llegó al lado de su hermano, y parecian que iban a pelear. pero el pecoso intervino.

- Lo hicieron entre los dos, son unos cachorros muy inteligentes -Sonrió, vio como la madre de los pequeños tenia los ojos brillantes y abrazaba a sus pequeños,
muy orgullosa.

No pasó mucho para que se despidieran y se perdieran entre los pasillos de la guardería. Noeul miró al cachorro en su pecho, estaba muy callado, y también miraba por donde se habian ido los últimos antes.

-¿Ba-ba? -Habló el como en forma de pregunta y le acarició su cabello. Por lo que había dicho, podia suponer que estaba preguntando por su padre, pero aún faltaban quince minutos para que Ilegara.

-No falta mucho, ¿Si? Sacó al pequeño de la cangurera y lo sentó en el suelo. mientras se la quitaba, después lo ayudó a pararse y la guío con cuidado hasta la silla que había en el salón para poder sentarse.

Dio un pequeño suspiro, no era que estuviera cansado, pero a veces

necesitaba sentarse tranquilamente, Nat jalaba su ropa y alzaba un pequeño pie queriéndose subir a su regazo, sonrió y la ayudó a sentarse alli.

-Eres una cosita muy bonita ¿Lo sabías? -Acarició sus mejillas de forma juguetona y el pequeño solo reía.

Nat llevó sus manitas hasta su pecho, por cuarta vez en el día, y le comenzó apretar allí, se sonrojó cuando apretó sin querer, al menos eso quería creer, uno de sus pezones, le había dolido.

Nat, ya te he dicho que no hagas eso, no hay nada -Regañó suavemente quitando con cuidado sus manos de alli.

-¿Na-wa?-Preguntó el mirándolo con esos ojitos brillantes, se miraban tristes, le partía el corazón verlo de esa forma.

-No, pequeño cachorro, no tengo nada - Corroboró tocándose el mismo, le dolian,
se sentían un poco mallugados, quizás
era los apretones de antes y era mejor
dejarlos quietos

-¿Si ves? No hay nada.-

-¡Na-wal- Nat hizo un puchero y se cruzó de brazos, solo se rio por ello, incluso molesto era una cosita muy bonita.

Miró la puerta del salón, cuando escuchó pasos acercarse, Boss apareció como era habitual, tenía un traje puesto, aunque, esta vez, no tenia corbata y un par de botones en la parte superior estaban
abiertos.

Tragó ante la vista de poder ver bien su
cuello, dejando de ello parecía haber
músculos, y era de esperarse.

-Buenas tardes, Boss-Saludó al alto quien
le sonrió, Noeul sintió sus mejillas encenderse, ya era costumbre que eso sucediera.

Siempre son buenas cuando puedo ver
tu jodida cara de ángel- El omega chilló,
por vergüenza y un poco de molestia,
no pudo tapar a tiempo los oídos de el
pequeño Nat.

-¡N-no digas groserías al frente de Nat! -Exclamó, con una voz vacilante y su rostro rojo.

Boss solo se rio y se acercó, pero en vez de tomar al cachorro como lo pensó el omega, en realidad se acercó peligrosamente a su oído, pudo sentir su
aliento cálido sobre él dándole más de un
escalofrío.

Little Mother Where stories live. Discover now