Pecado Eterno © ( ChicaxChica )

[ Ch. 3 - Invitando al pasado ~ ]

—Ok, ok... llevas tan solo un día y ya quieres hacer un cambio radical aquí, disculpa que quiera ordenarte, pero lamentablemente el jefe te dejo a mi cargo, por lo que harás lo que a mí me guste, quieras o no... si no — Señale hacia la pared contraria donde se encontraba el estudio de Frank — Ahí está otro lugar donde probablemente puedas ordenar — Caminé hasta mi escritorio y deje las cosas sobre mi mesa, posteriormente tome asiento —Todo estaba tan bien... —

Detuvo la silla y camino hasta donde me encontraba, observó mi nombre en el escritorio y luego volteo a verme — Sabes cuál es la diferencia de "estar al pendiente" y "estar a cargo" Señorita Villey, solo va a supervisarme, no se complique la vida, tampoco es como si quisiera estar lidiando con usted día a día, lo único que no retracto será el cambio de diseño, no entiendo cómo puede concentrarse aquí adentro —

—Ok, adelante, puedes hacer lo que quieras... dudo que eso retrase mi trabajo, que por lo no retrasará el tuyo. — Pause — Oh cierto, aquí están las primeras ordenes... — Saque el folder — Empezare por ver cuál será lo mío —

Ella se apoyó sobre mi escritorio, observando y esperando que terminara de hojear cada cosa. Pasaron los minutos hasta que apareció Frank.

—Ya vieron... lo siento pero debemos de estar apoyándonos juntos en esta campaña, sé que no lo querían así pero no hay opción, o es que acaso cada una espera hacer un fotograma por separado, incluso nos ahorraría tiempo el trabajar juntos ¿O no Susan? — Acomodó su corbata y sonrió amablemente.

— ¿Crees que me negaría luego de ver que compartiré oficina? Ya sería imposible decir que no — Observé a la chica tratando de memorizar su nombre, lo que me ayudo a recordar que yo tenía sus tarjetas de acceso — Toma, esto es tuyo — Antes de entregarlas leí su nombre por completo — "Susan Steele... me pregunto cómo entro aquí sin ellas" —

—Ok, ya basta... — Dijo en un tono altanero tomando las tarjetas — Si tanto es que me odias o no quieres trabajar conmigo, solo dilo, no es que me vaya a estar complicando la vida, solo vine a hacer mi trabajo y ya. — Camino hasta donde se encontraba Frank — ¿Tienes algo que decir al respecto? —

—Nada en particular... — Respondió él entre silencio.

—No es eso, ayer solo no estaba de ánimos y por eso respondí como tal, todos cometemos errores y está bien, trabajaremos juntos, así tendremos días de descanso ¿No es así? No es que hayas hecho algo malo o que me molestes, si lo he dado a entender, creo que me disculpo — Sonreí.

— ¿Cómo puedo saber que no estas mintiendo? — Entrecerró la mirada, volviendo a tener ese reflejo de seriedad y desconfianza.

—Ahm... porque te lo estoy diciendo cara a cara y no como ayer... — Correspondí de la misma manera.

En segundos llego a mí y extendió su mano —Así todo cambia, un gusto el trabajar contigo señorita Villey, estaré a su cuidado así que hay que tratar de llevarnos bien. —

Correspondí de tal manera y afirme.

—No quiero amargarles el momento, pero esto es para la siguiente semana... — Murmuró Frank.

— ¡POR ODÍN! Imposible, es decir... no pueden — Mordí mi labio inferior y me senté sobre mi silla.

— ¡Hey! Si conseguimos terminarlo para este viernes, solo hay que extender las horas ¿En casa de quien será la fiesta? — Expresó Susan, parecía no importarle el tiempo que había de por medio.

—En la mía no — Contesto Frank, posteriormente ambos me miraron fijamente.

— ¿Qué? No... ¿eh? — Me recargue sobre el escritorio. — Esto será un problema... —