Todo Sobre Ti

25.I do not trust you anymore

Canada

Pov:Charles.

Caminaba angustiado por el paddock buscando a Dióne,ya que la carrera estaba por comenzar y ella aún no se encontraba en el garaje.

Me angustiaba el hecho de pensar que algo le allá pasado,dado a qué en este momento es la persona menos querida en el paddock después de Ocón.

La tensión en el aire era palpable, y mi corazón latía rápido, no solo por la emoción de la carrera, sino también por la incertidumbre en mi relación con Dióne.

Caminaba apresurado,hasta que pase por un lado del garaje de RedBull y la pude ver hablando con Esteban.

Los celos me nublaron la mente, y me escondi tras una esquina para escuchar su conversación.

Pero mi tormenta emocional alcanzó su punto máximo cuando vi a Dióne y Ocón intercambiar un beso.

El mundo se detuvo para mí mientras mi corazón se rompía en mil pedazos.

Apreté los puños, sintiendo una incomodidad creciente.

Pude ver como ella sacaba una memoria de la bolsa tracera de su pantalón.

-Aqui está...toda la estrategia de hoy de Ferrari.-le entrego la memoria.-Suerte.-dijo y comenzó a caminar hacia mi.

Antes de que ella me viera camine de regreso al garaje de Ferrari.

Caminando hacia el garaje,me sentía herido y confundido. ¿Era Dióne realmente leal a la escudería o solo buscaba su propio interés?

La traición estaba confirmada.

Caminaba por el paddock con la mirada perdida en el suelo, absorto en mis propios pensamientos.

La reciente traición de la chica a la que amo me pesaba como una puñalada en el corazón.

Había compartido con ella mis sueños,solo para descubrir que ella había entregado los secretos de Ferrari a Ocón.

Al cruzar la mirada con algunos de los fans, force una sonrisa y saludó, pero mi mente estaba lejos de una charla trivial y las fotografías con ellos.

Cada paso era un recordatorio de la puñalada por la espalda que había recibido.

Aprete los dientes, tratando de contener la tormenta de emociones que rugía en mi interior.

Al llegar a el garaje, donde la adrenalina y la tensión solían ser mis compañeros más fieles,me encontraba en un abismo emocional.

Carlos y Riccardo, ocupados preparando todo, levantaron la vista al verme entrar.

Intente mantener la compostura, pero mis ojos reflejaban la tormenta interna que me devoraba.

—Charles, ¿todo bien? —preguntó Riccardo, notando la sombra en mi rostro.

—Sí, todo perfecto —respondi, forzando una sonrisa que no llegaba a mis ojos.

¿Cómo pudo hacer eso?

Yo confíe en ella,yo que la defendí de todos, diciendo que ella jamás haría algo así,ella no solo le falló a Ferrari y a su padre,si no también me había fallado a mi.