¡Te Lo Suplico Para!

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"Las personas son tan crueles que sienten placer con el dolor ajeno y tienen el privilegio de ser aquellos que tienen el arma para destruirnos."


Karol

No podía creer lo que había hecho; no cometería el mismo error dos veces. Bajé las escaleras más rápido, y cada cierto tiempo volteaba hacia atrás. Esta casa era realmente enorme. Corrí tan rápido que no me di cuenta de una pequeña cerca y caí. Mi pobre perrita salió volando. La tomé lo más rápido que pude, pero me había torcido un poco el tobillo. Escuché cómo se acercaba; sentía que en cualquier momento me atraparía. Mi corazón estaba a punto de salirse del pecho. La adrenalina era tanta que, en ese momento, no sentí dolor ni en la espalda ni en el tobillo. Solo corría y corría como nunca antes había corrido. A lo lejos, pude ver un gran portón y, cuando me acerqué, intenté abrirlo. Escuché un disparo. Todo pasó en cámara lenta. Ni siquiera me di cuenta de cuándo ya estaba parado frente a mí. Estaba realmente furioso.

Ya estoy cansado de esto -¡Suelta al maldito animal! ¡Ven ahora! -demandó Manuel con la voz ronca.

solte al perro y me acerque con cuidado, sin dejar de mirar el arma en sus manos.

¡Por favor! -le supliqué-. ¡No! -grité. Él solo disparó. Cerré mis ojos con tanta fuerza y los abrí lentamente. Cuando me fijé, no me había disparado a mí. ¿Entonces a quién? Cuando miré a mi perrita, grité con fuerza-. ¡Nooooooo!

Me coloqué las manos en la cara y al verlas, tenía sangre. Manuel, con una fuerte bofetada, me tiró al suelo, me tomó por el tobillo y me arrastró hasta la casa. Al subir las escaleras, mi cabeza se golpeaba con los escalones. Me llevó al primer cuarto donde estaba la primera vez. Mi cabeza daba vueltas.

Se acercó a mí, me tomó por los brazos, me levantó tanto que mis pies ya no tocaban el suelo y me arrojó contra el piso. Pude escuchar cómo algo tronó dentro de mí. Gemí de dolor y sentí algo caliente que corría por mi frente. Era sangre. Lo vi con miedo. Su rostro... jamás vi a alguien tan molesto. Sus ojos eran completamente negros, sus nudillos estaban blancos, su cara irradiaba rabia pura, sus labios estaban apretados y sus ojos eran lo que más me daba miedo.

Se acercó a mí tomándome del cuello. No podía respirar. Intentaba rasguñar su rostro, le pegaba golpes, sentía cómo a mis pulmones no les llegaba aire, cómo me quemaba por dentro, cómo perdía la fuerza, sentía la sangre en mi cabeza. Me soltó. Caí al piso tosiendo, sentía cómo podía respirar de nuevo. Se acercó a mí y me pateó, me arrastró nuevamente a su cuarto. Me tomó y me lanzó a la cama. Y ahí, justo en ese momento, sabía lo que iba a pasar.

Se acercó a mí, lo pateé en el hombro, él cayó. Intenté levantarme, pero una punzada en mi tobillo me detuvo y caí al piso golpeándome las rodillas. Él aprovechó eso para pisar mi tobillo. Juro que sentí que lo partió-.Maldita mocosa de mierda, ¡no te podrás librar de esta!-Recrimino profundizando los rasgos de su cara con evidente enojó.

- Karol serás Mía.- mencionó lamiendo sus labios.

Manuel

Estaba deseoso por estar dentro de ella, me quite la camisa, ella me miraba aterrada, de sus ojos brotaban lágrimas como una cascada, eso solo hizo que me volviera más loco, la jale hacia mi, ella grito.

- ¡ Nooo! - ¡ Ma- ma -nue el ! - ¡ Por favor No ! -Grito con desesperación.

No me importo, le quite el jeans, ella pataleaba sin parar, después me lanze encima de ella y me monte en sus caderas y la aprisione

Grite tan fuerte que sentí que mis cuerdas vocales se desgarraban. - ¡No!¡ Nooo! Estaba justo debajo de él, no podía moverme, mi corazón latía a millón, en un impulso lo mordí. el grito. -¡Ahhhh! Me miró con una cara sádica.

- ¿ Con que te gusta morder ehh?- Me subió la camisa y me mordió un seno, sentí que lo estaba arrancando, Grite y grite, después me lamió y me golpeó repetidas veces en la cara, mi rostro estaba retorciéndose poco a poco lo sentía.

Estaría dispuesta a tenerla así toda mi vida. sus senos rebotaban y uno de ellos estaba marcado por mi, la empecé a golpear una y otra vez hasta que vi que un lado de su rostro se empezaba a doblar, ella no dejaba de llorar, me calme un poco y la mire, tome su cara entre mis manos, era tan extraño. En su cara había un tipo de tic, respire profundo y la bese, su cara estaba mojada debido a las lágrimas, pero ese beso que empezó suave y delicado termino siendo uno lleno de deseo y lujuria, no podía parar de besarla, la tomé por los cabellos, ella ahogó un grito, la voltee rápido quedando todo su bello trasero a mi disposición, golpeé sus glúteos con fuerza, note que su piel se colocó de tono carmesí. ¡ Dios! sentí que se me hacia agua la boca, la tomé nuevamente por el cabello y le dije- ¿Qué tal si te hago mía hora mismo.

Karol

Al escuchar esas palabras mi garganta se seco, mi cuerpo tembló y un escalofrío recorría mi espina dorsal, no me salían las palabras y te mi por mi. Sentí como se levantó y se quedó hay parado, rápidamente me tape con las sábanas, el solo me miraba y con esa mirada que no podía descifrar me dolía mis senos y el se acercó violetamente exclamó - Al parecer tienes un pequeño ángel que te cuide, Pero no será por mucho pequeña

Todo mi cerebro quedó en blanco, él se marchó, pero ¿cómo era posible que una persona que me conoció en un día supiera sobre eso? No lo entiendo, los únicos que sabían eran mis padres y mi tío Carlos. Me recosté, me dolía todo mi cuerpo, miré hacia mi tobillo y estaba morado. Toqué mis costillas y algo no estaba bien. Sentía sueño, mucho sueño, y le di gracias a Dios por que ese maniático no me haya hecho nada más. Me recosté en la cama y mis ojos se sentían pesados, muy pesados, y caí en un profundo sueño.






Escritora

Espero que les guste el capítulo ☺️

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Karol  Jamás Te Irás De Mi Lado (Restaurando).Where stories live. Discover now