-Iba apurada una tarde de enero directo al bar blue lugar donde desgraciadamente trabajo, que se ubicaba a 2 horas de mi casa, subí al colectivo y me senté en un asiento de 2 personas vació estaba muy estresada por todo lo que estaba pasando en mi vida, estaba recargada en la ventana tratando de que el aire que golpeaba mi cara y el sonido del trap en mis auriculares se llevaran todos los pensamientos..Ese momento de paz fue interrumpido por una llamada de mi jefe, desconecte los auriculares y me coloque el celu en la oreja.
-Julieta, ¿Donde estas pendeja de mierda? -pregunta me jefe enojado-
-Estoy en el colectivo, me dormí -respondo prendiendo un pucho
-Apúrate tarada no tengo todo el día para andar escuchando tus excusas -me grita por el teléfono-
Por mientras que me fumaba la cagada a puteada de el viejo de mierda de mi jefe no me di cuenta que un chico de unos 22 años se había sentado a mi lado, el peliverde media al rededor de 1.78, tenia tatuajes por todo el cuello y algunos en la cara, lo que lo hacia algo atractivo para mi, una chica de 18 años . Me quede mirándolo hipnotizada unos minutos, en eso escucho a mi jefe.
-Si no te apareces en 30 minutos estas despedida, pendeja -gritaba mi jefe-
-A mi no me hables mal ni me vengas a faltar el respeto, así yo no puedo seguir trabajando con vos así como me tratas y tratas a los demás viejo de mierda...-Respondí cortando la llamada-
-Pesado el viejo eh -me mira el peliverde
-Fua no sabes la clase de mierda que es -Dije revisando mi caja de puchos viendo que no hay ninguno- -la puta madre -digo en voz baja
Pareciera que el peliverde lo escucho y me extendió un pucho.
-Fua mil gracias es lo único que me calma la ansiedad -digo prendiendo el pucho con la ultima gota de gas que tenia mi encendedor-
Hable con el peliverde hasta que llegue a mi parada y al ver que las puertas del colectivo se estaban por cerrar corrí hacia las pertas y logre salir justo a tiempo.
