Dejo el celular sobre la mesa y soltó un suspiro exhausto al aire.

—¿Qué pasa? — preocupe apoyando mi mano sobre la de ella. Me miró con una sonrisa y vi como lo que sentía se desvanecía.

—Dios bendiga al hombre con el que aceptes salir, Olive. — soltó aún manteniendo su mirada en la mía, mi cara pareció expresar de manera involuntaria la confusión que tuve —. Enserio, sos un ángel. Y no te preocupes, no pasa nada, solo muchas sesiones pendientes.

No pude evitar sonreírle y agradecerle por sus palabras.

Me quedé con sus palabras resonando en la cabeza, si era verdad que había tenido pretendientes, pero los tenía que rechazar por el no haber sentimiento mutuo. Llevaba 3 años sin pareja, y el problema no era que nadie me quisiera, todo lo contrario, yo soy la que rechaza esos sentimientos, no podía generar un cariño más allá de amistad a esas personas. Por más que quisiera.

Entre mis pensamientos me distraje en cuanto mi celular empezó a vibrar sobre la mesa, me levanté avisándole a Paula que volvería en un momento. Atendí la llamada, escuchando la voz de Juani.

—¿Olivia? — escuché desde el otro lado de la llamada.

—Hola, Juani. ¿Qué pasó? — respondí viendo de reojo a Paula, quien volvió a tomar el celular con rapidez en cuanto me levanté y sus dedos escribían en el teclado con rapidez.

—Hola, peque. Necesito que me hagas un favor, vuelvo a Argentina en unos días, no sé cuántos exactamente, pero eso no es a lo que quiero llegar. — se tomó una pausa a contestar algo a una tercera voz, una alegre, a la que le llamó "Matías" seguro uno de sus nuevos amigos — Perdona, prosigo. Necesito que arregles el depa, porque mis amigos vamos a llegar del aeropuerto a ahí. Ya sabes por la ubicación.

Saque una sonrisa boba al saber que mi hermanito regresaría a vivir de nuevo conmigo, de verdad que lo extrañaba, me extrañó que invitara amigos pero supuse que toda la experiencia de la película le cambió la perspectiva de lo social.

No me opuse a su favor pero si le exigí que en cuanto tuviera la fecha me la dijera ya fuera por mensaje o llamada. Finalmente terminamos la llamada y solté un suspiro junto con una sonrisa. Volví a la mesa donde Paula seguía en el celular entre sus manos.

En cuanto llegue lo dejo en la mesa a la vez que nuestro pedido llegaba a parar frente nuestro. Dejé que mi té chai se enfriara un poco para no quemarme la lengua al darle un sorbo, mientras le daba un pequeño mordisco al pan francés que había ordenado.

Charlamos un rato de cosas que nos pasaron a lo largo de la semana, complicaciones, expectativas y todo lo relacionado con nuestras profesiones.

—Juani regresa en unos días. Me pidió que el depa estuviera impecable para sus amigos nuevos. — comenté de la nada mientras movía la cuchara sobre la taza de Té, para terminar dándole un pequeño sorbo.

—¿Y eso? Que raro. — confesó mientras tomaba con delicadeza un pedazo de mi pan.

—Ni idea, pero imagínate tener que estar rodeada de los amigos varones de tu hermano. — quejé mientras seguía tomando de mi taza. El vapor que salía del líquido se sentía en mi rostro.

𝐍𝐢𝐞𝐠𝐚𝐥𝐨 | 𝘌𝘯𝘻𝘰 𝘝𝘰𝘨𝘳𝘪𝘯𝘤𝘪𝘤Where stories live. Discover now