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Olivia's POV

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Olivia's POV

Había salido a comer un postre con Paula, habíamos encontrado la cafetería perfecta para tener una charla interesante. Me había ofrecido a pasar por ella, seguíamos en mi carro dando la vuelta para llegar al local, recientemente había sacado mi licencia de conducir, me tomó bastante tiempo perder el miedo al acelerador, siempre hubiese querido que mi hermano me ayudara pero siempre se quejaba y finalmente no aprendía.

Me tome el tiempo para estacionarme, una de las cosas más difíciles a la hora de usar el auto, Paula siempre se estresaba por no entender como a mis 23 años aún no había de dominar el arte del manejo. Y aunque quisiera explicarle el temor que le tengo a la velocidad en cualquier aspecto nunca lo entendería.

Escogimos una mesa del fondo de la cafetería, las paredes eran de tonos pasteles rosáceos mientras que las sillas eran de una madera clara, nos sentamos una frente a la otra a la par que la mesera dejaba los menús sobre la mesa de madera y nos dejaba a solas.

Paula tenia mi misma edad, aunque era unos meses mayor aunque en actitud era todo lo contrario. Ella se dedicaba a la fotografía cuando nos conocimos, mientras que yo modelaba, congeniamos fácilmente al colaborar juntas y podría decir que somos una para la otra.

—No dejo que vos me vuelvas a llevar a ningún lado. — pasó sus manos por su barbilla, viendo el menú muy sumisa en las letras de este.

—Ya me has dicho. — contesté a su queja, no había día que no lo dijera, aunque por más que lo mencione sigue aceptando que pase por ella.

Imite su acción, concentrándome en lo que podría pedir, no conocía nada de este lugar, se nos hizo nuevo por la calle y no quisimos irnos a explorar aún más lejos. Al final me decidí por un pan francés y un té chai.

La mesera con su delantal del mismo rosa pastel que el local se acercó a nosotras con una sonrisa, pareciera ser de sus primero días por cómo nos recibe, tomó la orden y se alejó a la barra donde otros clientes se sentaban en la espera de sus pedidos.

Volví mi vista a Paula quien estaba respondiendo a un mensaje de texto de forma rápida, sus dedos eran largos y finos, parecidos a los míos, pero sin duda sus manos eran más grandes, ella media 1.70 mientras que aunque fuera un poco menos se notaba en muchas cosas que yo era 6 centímetros por debajo de su estatura, seguía en la promedio y sin ser tan pequeña, a mi parecer.

Su cabello teñido de negro le llegaba un poco más abajo de los hombros, tenía un piercing en el labio inferior el cual, según ella, su pareja amaba locamente, aunque no estaba segura de eso, sus ojos eran también oscuros combinando con su cabello mientras que su piel rosácea resaltaba entre esos colores oscuros, su mirada te daba una enterada a cómo era su personalidad.

𝐍𝐢𝐞𝐠𝐚𝐥𝐨 | 𝘌𝘯𝘻𝘰 𝘝𝘰𝘨𝘳𝘪𝘯𝘤𝘪𝘤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora