9 •La peor NO cita de la historia•

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Nathaniel


—Jugaste sucio, Rose.

Me quedo apoyado en la pared con las manos en los bolsillos.

Me quedé mirando incrédulo, por varios minutos el punto por el que desapareció el auto. Será que me mintió al negar que me conocía y su propósito sea aprovecharse de los disparates de Rose. Puede sacar mucho provecho de la situación ya sea enviando información a los medios o utilizando a la misma Rose.

O tal vez le vayan las relaciones abiertas. De solo pensar que otra persona tenga el mismo privilegio que yo sobre mi pareja; de tocar cada parte de su cuerpo, besarla y poseerla...me enferma.

De todas maneras, respeto a las personas con mente abierta.

El caso es que ella puede estar tramando algo y, como tengo a un acosador, no puedo pasar a nadie por alto.

Espero que no sea esa clase de persona, no quiero que le rompa el corazón a Rose, se nota que en el poco tiempo que la conoce, le ha tomado mucho cariño. Lo más probable es que ella quiera mantener una amistad con Samirah; ella es fácil para caerle bien a los demás y tiene a muchos a su alrededor, pero se siente sola. Yo no soy suficiente. No puedo estar todo el tiempo con ella como me gustaría y la mayoría solo se acercan por intereses.

—Confía en mí.

—Las dos están jugando sucio. Tiene pareja, Rose.

—Te equivocas.

—Los vi con mis propios ojos.

—Ay, Nathy nada me hará renunciar a mi plan —dice con voz cantarina.

—Nada bueno saldrá de esto, Rose y no me gustaría decirte:'te lo dije'.

—Apostemos a ver quién lo termina diciendo.

—No haces más que darme dolor de cabeza —. Niego con la cabeza.

—Recuerda que tengo buenos instintos así que pon de tu parte.

—Esto no es como decir que en la tarde va a llover porque te duelen las rodillas.

—Hablando de eso, ¿trajiste paraguas?

Niego.

—Llévate el mío cuando te vayas —comenta, masajeandose las rodillas.

—No me voy a ir.

—Lo harás. Tienes que prepararte y hacer que sea un día especial.

Bufo.

—Para hacer eso tendría que gustarme y no me provocas más que...

—Nathaniel —gruñe.

—Ya. Está bien, lo intentaré —accedo —. ¿Dónde será la cita de mañana?

—Ya verás.

—Rose...

—No te va a gustar —sonríe maliciosamente.

—Por supuesto que no —suspiro.

Justo como lo predijo, llovió. Por suerte comenzó a llover cuando estaba entrando al edificio. En vez de dirigirme a mi piso, fui directo al gimnasio. Voy cuando tengo tiempo y quiero liberar un poco de energía. Mantenerme en forma es importante para mi salud y mi profesión.

En el contrato que firmamos con la empresa, nos exige mantenernos en forma. Cuando iniciamos fue un poco difícil porque eran demasiados estrictos. Teníamos una dieta inhumana y un entrenamiento monstruoso. Varios de los chicos estuvieron apunto de desmayarse en los ensayos.

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⏰ Last updated: Apr 07 ⏰

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Cayendo en el amorWhere stories live. Discover now